Bruce Aylward, asesor especial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la comisión del COVID-19, ha informado acerca del ejemplo español a la hora de abordar la enfermedad.
La oficina regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud, (OMS), en una conferencia de prensa virtual, ha considerado a España como un modelo a seguir en lo que se refiere al tratamiento de la enfermedad del coronavirus, y considera que las pautas que han de seguir otros países en el aspecto sanitario, además de la estrategia nacional, son excepcionales.
«El trabajo que están haciendo los que se encuentran en primera línea es inspirador. Quiero expresar mi profunda admiración. España, que ha calificado de excelente, ha tenido una respuesta heroica e inspiradora por parte de la población, que ha mostrado unidad y determinación».
La velocidad vertiginosa, la letalidad y el impacto devastador de la pandemia deben de servir para que otros países aprendan de la terrible experiencia y respondan ante la emergencia para hacer frente a la crisis causada por el coronavirus, ha añadido.
El doctor Bruce Aylward, subdirector general de la OMS, quien había encabezado la misión de la OMS en otros países como China, recordó a todos que cualquier sistema de salud puede colapsar por sólido que este sea, si los enfermos se multiplican exponencialmente.
En su visita a España, ha conocido ciudades como Barcelona o Toledo, y se ha quedado impactado del escenario que se ha montado en Ifema y de cómo se está abordando la pandemia desde todas las áreas, especialmente la médica. La respuesta del personal sanitario español ante dicha emergencia ha sido determinante a la hora de marcar una implementación segura y unas medidas adecuadas en aras de evitar la propagación del virus.
Entre las medidas adoptadas, ha destacado cuatro que son muy recomendables para otras comunidades médicas que quieran aprender del modelo español. La primera, supone tomar en cuenta los altos riesgos, las consecuencias y la velocidad con la que puede explotar la enfermedad en algunos escenarios para tomar medidas extraordinarias, incluso en áreas de baja incidencia.
La segunda se refiere a la vulnerabilidad de los sistemas de sanidad en emergencias de la magnitud de COVID-19. “España tiene un sistema de salud primaria muy bueno, y uno bastante impresionante de salud terciaria, pero el más robusto de los sistemas sanitarios puede ser completamente rebasado y quedar en alto riesgo por COVID-19 en un periodo muy breve. Eso requiere diligencia para hacer un plan de contingencia que incluya escenarios extremos. Hay hospitales de mil camas que están llenos de casos de coronavirus en España. No queremos ver escenarios como este en otros países, pero debemos contemplarlos como posibles debido a la naturaleza de esta enfermedad. Puede alcanzar una escala en la que no hemos pensado«, ha añadido.
En cuanto a la tercera, corresponde ser conscientes de los cierres de actividades y lo que estos suponen. “Tenemos que desacelerar la disminución de contagios garantizando tener pruebas suficientes y aislando los casos con eficiencia, para que no siga propagándose, porque esto presiona más a un sistema de salud ya cuarteado por las necesidades imprevistas (…) La clave no es cerrar, sino encontrar rápidamente los casos, hacerles la prueba, aislarlos y rastrear a los contactos.”
Finalmente, añade que se debe aprovechar el cierre técnico de muchos países para poder prepararnos para un periodo posterior; una realidad que tenemos que contemplar si existiera una prolongación de los contagios por el COVID-19. “Nos tenemos que preparar adecuadamente para esa realidad. Tenemos que asegurarnos de que la población entienda que se trata de una nueva fase, que poner fin al cierre no quiere decir volver a la normalidad, será una nueva normalidad, eso hay que entenderlo bien. Debemos tener capacidad en las unidades de terapia intensiva, debemos incrementar la capacidad de los sistemas de salud pública y, sobre todo, tenemos que hacer pruebas a todos los casos sospechosos y ser capaces de rastrearlos y aislarlos”, ha puntualizado.
Por último ha destacado la respuesta asombrosa y admirable de la población española que, además es generosa y eficaz a la hora de ayudar a otros. «No quiero usar la palabra optimismo, pero la ralentización de casos significa que hay esperanza y prueba de que el brote se está frenando como resultado de esas extraordinarias medidas”, ha afirmado valorando de forma muy positiva por su parte, y por todo el conjunto de la OMS, del camino seguido por nuestro país en la lucha contra el virus. «Nos encontramos inmersos en una guerra en la que la tregua no es una opción que pueda contemplarse. En ningún momento. “Tenemos que entender en qué punto estamos de la situación y hacer todo lo posible para salvar vidas y para que la vida vuelva a la normalidad, aunque sea una nueva normalidad”.
El doctor recuerda a los españoles en su visita, que la OMS aún desconoce cómo se ha expandido el virus y recuerda que la única forma que se debe poner en marcha es el confinamiento de la población para que no se expanda. En España, existe un gran compromiso por parte de la ciudadanía y todos son un ejemplo a seguir; un modelo en donde se deben mirar otros países, ha concluido.