La plataforma Vecinos Sin Ruido informa de que la pandemia de la COVID-19 y sus restricciones de movimiento no han servido para mejorar la situación del vecindario en el entorno de la calle Ponzano, en el barrio madrileño de Chamberí: «Más bien todo lo contrario, los problemas relacionados con el ocio nocturno, que se reproducen cada fin de semana desde hace años, se han agravado ahora por la expansión desorbitada de las terrazas». 

Consideran que el Ayuntamiento, «empeñado en poner en el centro de sus políticas la economía, por encima incluso de la salud de la población, no cesa de facilitar la invasión de los negocios de hostelería en el espacio público, con medidas como la ampliación del número y tamaño de las terrazas existentes, para perjuicio del peatón y de las personas residentes».

Según los datos de esta Plataforma, en el mes de septiembre 2020, el Consistorio había dado el visto bueno a la ampliación de más de 2500 terrazas en la ciudad, un elevado porcentaje en distritos como Centro, Chamberí y Retiro. De esas, 197 se han expandido a partir de la ocupación de plazas de aparcamiento. El resto, robando metros a las aceras. 

Solo en la calle Ponzano, concretan, se han perdido 92 plazas de aparcamiento para residentes de las 130 existentes.

La Plataforma Vecinos Sin Ruido, con el apoyo de la Asociación Vecinal El Organillo, ha decidido movilizarse para defender el derecho al descanso y a disfrutar de su propio barrio de la vecindad de esta zona de Chamberí, y «recogiendo el hastío de sus vecinos y vecinas», ha organizado este miércoles 21 de octubre una primera concentración de protesta en la plaza de Chamberí, ante la Junta Municipal de Distrito.

«Ya estamos hartos. Por saldremos a la calle contra la imposición de terrazas por parte del Ayuntamiento, la falta de aparcamiento, la falta de seguridad pandémica, las fiestas ilegales, los locales que no cumplen las normas establecidas y las recientes inundaciones provocadas por las plataformas de las terrazas que inundan nuestras aceras. El barrio no es un parque temático para especulaciones hosteleras y borracheras» sostiene la red vecinal. 

Al exceso de ruido, la suciedad o los conflictos habituales que provoca el elevado consumo de alcohol se ha sumado el temor del vecindario de Ponzano a convertirse en un permanente foco de contagios de la COVID-19, «porque cada fin de semana, cientos de personas se reúnen en esta zona para divertirse, haciendo caso omiso, muchas veces, a las normas más básicas de protección y distancia física».

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