Entre 1516 y 1524, Tiziano pintó para el duque de Ferrara un conjunto de escenas mitológicas a las que denominó «Poesías». Más tarde, de 1553 a 1562, completó la serie con otros seis cuadros por encargo de Felipe II, destinados a los aposentos privados del rey en el Alcázar de Madrid.
Estos últimos nunca se habían visto juntos desde el siglo dieciséis hasta ahora que el Museo del Prado los ha reunido en una muestra que estaba programada para ser expuesta también en la National Gallery de Londres donde, por culpa de la pandemia, tan sólo pudo verse dos días hace ahora un año (esta exposición del Prado se inauguró con la ausencia de «Cupido y Psique» de Van Dyck, que no llegó a tiempo por problemas de traslados entre España y Reino Unido, pues el cuadro pertenece a la Royal Collection).
Y probablemente pase mucho tiempo hasta que las seis Poesías de Tiziano se puedan reunir de nuevo, pues pertenecen a instituciones tan distantes como la Wallace Collection de Londres, el museo Isabella Stewart de Boston, la Galería Nacional de Edimburgo y el propio Prado.
Bajo el título de «Pasiones mitológicas», el Prado ha arropado las seis Poesías de Tiziano con más de veinte cuadros de tema mitológico, algunos pertenecientes al propio museo, de autores como Veronese, Rubens, Ribera, Van Dick y Velázquez.
Las Poesías de Tiziano llevan los títulos de «Dánae», «Venus y Adonis», «Perseo y Andrómeda», «Diana y Acteón», «Diana y Calixto» y «El rapto de Europa». Tiziano las llamó Poesías para asimilar los cuadros a la obra de los poetas (pintar un cuadro es como escribir una poesía) y por haberse inspirado en las obras literarias clásicas, fundamentalmente la «Metamorfosis» de Ovidio, la «Iliada» y «La Odisea» de Homero y la «Eneida» de Virgilio.
En la mitología griega y romana, el amor, el deseo y la belleza están íntimamente relacionados y dominan las vidas de los dioses y los humanos. El creciente atractivo por el arte y la literatura de la antigüedad grecorromana despertó en los artistas del Renacimiento y del Barroco el interés por reelaborar el arte clásico, que les daba más libertad que la pintura religiosa o histórica.
Tiziano fue uno de los referentes más destacados tanto por su obra como por su influencia en otros pintores de la época y posteriores, algunos de los cuales están presentes en esta exposición. Todos ellos contribuyeron a configurar un paisaje mitológico de una gran belleza plástica en el que también están presentes el amor y el deseo, representados por estos artistas con evidente intencionalidad erótica, por lo que mecenas y coleccionistas utilizaban estos cuadros para disfrutar también de su contenido sensual.
El desnudo femenino se convirtió en el tema central de muchas de las escenas representadas en las obras de estos artistas, con novedades como la posición yaciente de la mujer, inexistente hasta entonces como género autónomo, y que tendría continuidad en la pintura posterior, como puede constatarse en Velázquez, Goya, Manet y Picasso. La evidente carga erótica de estas figuras femeninas desnudas está asociada con la diosa Venus y con las diferentes ninfas de la mitología clásica y también con su ubicación en dormitorios y espacios domésticos reservados.
Las Poesías de Tiziano figuran como unas de las piezas más influyentes de la historia del arte, como puede verse en las obras aquí expuestas que las acompañan. Tiziano fue un referente fundamental para Rubens, especialmente tras la visita del pintor flamenco a Madrid en 1628-29, donde estudió la colección de cuadros del veneciano que pertenecían a la Colección Real. Junto con la literatura antigua, las pinturas de Tiziano constituyeron el principal modelo para la pintura mitológica de Rubens.
Ambos pintores compartían una misma idea de la mitología, centrada tanto en el amor y el deseo como en la naturalidad con la que interpretan los mitos con el fin de acercarlos a los humanos. Así, Velázquez y Ribera trasladaron los mitos a un lenguaje realista; Poussin los cargó de emotividad y Van Dyck los representó con su característica elegancia y sentido del espectáculo. Todos estos pintores compartían el objetivo de enfrentar a los espectadores con imágenes apasionadas relacionadas con el amor y el deseo, sentimientos que pueden suscitar al mismo tiempo gozo y dolor.
- TÍTULO. Pasiones mitológicas
- LUGAR. Museo del Prado. Madrid
- FECHAS. Hasta el 4 de Julio