Alex Katz, 94 años, viajó a España para presentar la primera exposición retrospectiva de su obra en nuestro país, en cuyo montaje también ha colaborado. En la multitudinaria rueda de prensa que se celebró en el museo Thyssen Bornemisza para presentar la exposición se mostró brillante en sus respuestas y muy consciente del valor de su trabajo, que sigue desarrollando con la misma actividad de siempre a pesar de la edad.

Aunque casi desconocido por el gran público en España, Katz está considerado internacionalmente como uno de los grandes artistas americanos del siglo veinte y del veintiuno. Hijo de inmigrantes rusos, vivió toda su vida en Nueva York. Después de una formación en varios centros de arte, en 1951 expuso su obra por primera vez junto a la de su primera mujer, Jean Cohen, en la ciudad en la que vivían.

En esta exposición del Thyssen se reúnen 35 óleos de gran formato con los temas habituales en la obra de Alex Katz: retratos individuales y de grupo, paisajes envolventes, flores de colores vivos, escenas de actividades sociales de pintores, poetas y artistas de su entorno, como en «The Cocktail Party», donde aparecen once de sus amigos, o en «The Thursday Night», con cinco de ellos al lado de un retrato de Ada del Moro, su segunda esposa. En «Round Hill» están su mujer y su hijo Vincent junto a otras personas que toman el sol.

Los cuadros de esta exposición, pintados durante los últimos sesenta años (de 1959 a 2018), se han colocado en orden cronológico para apreciar la evolución y la renovación que ha aplicado a los temas de su obra.

Aquí se pueden ver algunos de los mejores como «The Red Smile», «Round Hill», «Red Coat», «Black Hat #2 o «Green Table», procedentes de museos como el Whitney, el MoMA y el Metropolitan de Nueva York, el Albertina de Viena o el Reina Sofía de Madrid.

También se muestra al público español por primera vez la adquisición hecha por Borja Thyssen («Vivien»), que tras la exposición quedará en la colección permanente del museo.

Uno de los temas sobresalientes de la pintura de Alex Katz son los retratos, comenzando por los de sus amigos y los de Ada, a la que pintó en más de mil ocasiones. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, no le interesan los aspectos sicológicos de sus modelos, sino los diferentes puntos de vista desde los que los retrata. Los fondos de estos retratos son planos y monocromáticos, sin referencias espaciales. Algunos son de grandes dimensiones, emulando a las pantallas de las salas de cine, haciendo prevalecer el color rojo en la mayoría.

Su predilección por las grandes dimensiones se vio colmada con el encargo de un mural en Times Square, «Nine Women», compuesto por más de veinte primeros planos de mujeres.

Los cuadros de paisajes fueron muy frecuentes en su primera etapa pero abandonó el género durante años para retomarlo más tarde, dándole las dimensiones de gran formato para así meter al espectador dentro del cuadro, como en «Woods», «Orange and Black» o «Apple Blossoms». Lo que permaneció como género en su obra fueron las flores, solas («Rose Bud»), en pequeños ramos («White Lilies») o en composiciones de gran tamaño.

Un formato original es el que recoge «Green Table», diecisiete cabezas independientes, recortadas, pintadas y colocadas sobre una mesa verde, que transmiten la sensación de tridimensionalidad y que fueron denominadas Flat Statues, estatuas planas.

  • TÍTULO. Alex Katz
  • LUGAR. Museo Thyssen Bornemisza. Madrid
  • FECHAS. Hasta el 11 de septiembre 2022
Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

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