Todo pasa y todo queda, todo entra y nada se sale, todo se puede y todo se hace en el nuevo “Loc@s” el nuevo espectáculo de Pedro Ruiz quien celebra su (legítima) leyenda dándole la espalda (no podría ser de otra forma; si no, no sería él) y empezando de nuevo como si acabase de debutar.

Más sabio, más reposado, más vivido y mucho más melancólico Pedro Ruiz vuelve a poner sus dedos en todas las llagas que nos rodean y lo hace sin señalar, sin agredir y sin poner el foco en culpables o acusar causantes, quizás porque ya ha aceptado que no sirve de nada: que los culpables somos todos. 

Eso sí, a lo que no renuncia al papel de bufón que siempre ha reivindicado para sí, ni a su faceta de  cantante / contador cual un Yves Montand hispano; ni, desde luego, a su asombrosa pericia camaleónica que le permite quedarse en mangas de camisa, dejar el traje de Napoleón a un lado, y mudarse en  los locos y locas más peligrosos y peligrosas que existen: los que andan sueltos y pasan por normales.

Así (acompañado por los sensibles dedos de seda  de su pianista ) y entre invocaciones a sus (nuestros) filósofos de cabecera ( Mafalda y Groucho Marx), convocatorias de los recuerdos a sus (nuestros) ídolos berlanguianos eternos (Fernando Fernán Gómez; Luis Escobar y José Luis López Vázquez) y brindar al cielo por sus (nuestros) mayores desaparecidos Ruiz se da (nos da) el homenaje de hacer desfilar, desenmascarar y sujetar los espejos de callejón del gato ante la parada de los monstruos que pulula – superficial, pomposa y ridícula – por la impoluta sociedad  de nuestros amores.

Y llega un momento en que Pedro Ruiz se va, y se larga a pasear por la calle vestido de Napoleón para que le llamen loco y sospecho que está encantado. Quijote, sabio y lenguaraz, a estas alturas de la película deja claro, una y otra vez ( y las que haga falta) que sigue siendo genio, que sigue siendo figura; que sigue siendo arte, que sigue siendo ensayo; que nunca ha dejado de serlo, que lo ha sido siempre; que – pura histeria de España – hace que le ladremos, luego cabalga.

 Luis de Luis. Crítico teatral.

Teatro Infanta Isabel, Madrid, hasta el 18 de octubre de 2020.

Escrito y dirigido por Pedro Ruiz

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