Lo atroz, lo verdaderamente atroz de esta espléndida función es que trate de lo habitual y de lo cotidiano y, por tanto, es tan reconocible, de lo, en cierto sentido, banal por sabido, por repetido por, en suma, inevitable.
Con una impecable puesta en escena que tiene mucho de lúdica (el teatro brechtiano tiene mucho de juego) , de farsa y de espejo tan deformante como veraz Catalina Lladó levanta en escena este apólogo sobre las clases sociales, el poder, el dinero , el servilismo y la dominación como regla de conducta , como unidad de medida, como causa del efecto, como efecto de la causa.
En esta época de confusión la palabra brechtiana resuena , aún si cabe, más certero que nunca en esta pantomima de una expedición a la busca de la riquezas. Con urgencia, con apremio, un reparto impecable se desliza como un ballet de clowns sobre músicas tan evocadoras que hacen las veces de paisaje y atmósfera para – con lógicas grouchianas y sensateces carrolianas – desvelar y revelar el alcance de la miseria de eso que se viene a llamar , la condición humana.
Con toda la verdad de la que solo son capaces las mentiras, con toda la certeza que solo pueden alcanzar los cuentos, con toda la sinceridad que solo resplandece en el teatro “La excepción y la regla” agarra por las solapas al púbico y le sacude con intensidad y ganas que sirva para algo ( ojalá) ya es cosa suya, es cosa nuestra.
Luis de Luis. Crítico Teatral.
Teatro del barrio, de miércoles a domingo a las 20 horas
Ficha artística
Elenco: Alba Flores, Santiago Blanco, Belén López-Valcárcel, Berta de la Dehesa, Nüll García, Sara Sanz y Ana Migallón
Dirección: Catalina Lladó
Composición musical y espacio sonoro: Clara Brea
Escenografía: Aylin Vera (Sawu Estudio)
Vestuario: Ernesto Artillo
Diseño de iluminación: Pablo R. Seoane (La cía de la Luz)