Guzmán Marcos crea un lecho de acordes, dulzuras y cacofonías que envuelve un bosque de frondas de vestidos, como pieles desechadas. Un bosque tenebroso e incitante que es tanto promesa como amenaza por el que Caperucita Roja emprenderá su viaje iniciático, por el que crecerá, morirá y renacerá en busca del Reino de la Inocencia, llamando a las puertas del cielo.

Antes de ser Lorca con mayúsculas, Federico García escribió en 1919 un poema narrativo en el que cuenta, mediante el mito de la niña perdida en el bosque, su temor e incertidumbre ante las inevitables exigencias de la madurez, de la realidad. 

Irina Kouberskaya ha sabido ver todo lo que el poema tiene de ensoñación y de plegaria, y verter la mirada lorquiana con los ojos cerrados  en un mundo de rasgueos de rocío y, rumores de abanico creado por Eduardo Pérez y Miguel Pérez-Muñoz.

Y para bordar este delicado encaje, ha contado con  Ana Moreno  que se convierte en Espíritu del bosque que vive en las gotas de lluvia y los pétalos de flor, Miguel Pérez-Muñoz como un ángel de alas caídas que recorre, herido, el crepúsculo, y Manuela Donaire como una espléndida y anhelante Caperucita, convulsa de dolor y esperanza.

Luis de Luis, crítico teatral.

Teatro Tribueñe , viernes y sábados de diciembre

Ficha artística

Reparto

Manuela Donaire (Caperucita)
Ana Moreno (Espíritu del bosque)
Miguel Pérez-Muñoz (un Ángel)

Directora Irina Kouberskaya
Música compuesta por Guzmán Marcos
Diseño de luces Eduardo Pérez y Miguel Pérez-Muñoz
Vestuario Taller La niña pintá
Técnico de luces Nicolás Orduna
Fotógrafo José Manuel Ramos

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