Flanqueada por cuadernos y vivencias, caligrafías y recuerdos, lecturas y danzas comparece ante el público Nieve de Medina y la aparición apenas dura unos segundos antes de , generosa y  genial, disolverse en Carmiña, Carmiña, Carmela.

Y, así, aparece ante el público con la fragilidad de una muñeca primorosa,  con el encanto de la marioneta del desván, armada y desarmada a la vez, cautiva de si misma se cuenta y se recuenta.

Con voz tan calma como su mirada, con sonrisa tan luminosa como su melancolía, con su serenidad tan inquieta como sus ganas de jugar Carmen Martín Gaite se pliega y despliega por el escenario, canta canciones de escuela y ensaya pasos de baile de juventud, recuerda su hora más oscura y sus momentos más radiantes, hace de sus cotidianidades y juego y de sus rutinas  un rito.

Ceremoniosa y pícara, redime los tiempos pasados, rescata las horas perdidas en un ejercicio de nostalgia y encanto, tararea a los Beatles y apunta en su cuaderno, juega con las cartas que le han tocado para derrotar al tedio con jugadas incrédulas.

Todo en ella es muy Chaplin , muy electrizante y muy singular, está acribillada de ilusión y una insobornable tristeza lejana y contenida, hechiza y seduce a un público que no solo se convierte en su interlocutor sino en su confidente. Al fin y al cabo, le encanta charlar, charlar, charlar.

Charlar, charlar y charlar encantadora y radiante;  charlar, charlar y charlar de Carmen Martín Gaite y dejar las cosas claras y el chocolate espeso y aparecer y reaparecer en las tablas del Teatro del Barrio invocada por las palabras de Noelia Adánez, convocada por los gestos de Ximena Vera  y habitada  con dulzura y prodigio, encanto y sinceridad por Nieve de Medina. 

Teatro del Barrio, domingos de octubre a las 13 horas

Ficha técnica

Autora: Noelia Adánez
Dirección: Ximena Vera
Intérprete: Nieve de Medina

Coaching voz: Ana Laan

Iluminación: Raúl Baena
Espacio sonoro y escénico: Ximena Vera

Sastrería: Alba Bello

Fotografía: Roberto del Castar y Javier Suárez

Diseño cartel y programa: Jacobo Gavira

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