Cuando llegan las bajas temperaturas es casi imprescindible poner algún tipo de sistema de climatización en los hogares para que la estancia en ellos sea agradable, para evitar resfriados y otros problemas, además de facilitar el sueño durante las noches más frías del año.

En la actualidad, la mayor preocupación de los usuarios en este ámbito es el consumo, pues los precios de la energía se han disparado y los costes de un sistema poco eficiente pueden ser muy elevados. Pero, ¿cuál es la mejor alternativa? A lo largo de este artículo, lo analizamos.

Los diferentes sistemas de climatización

Hay diferentes métodos para calentar la casa que son muy populares y que se pueden instalar en prácticamente todos los inmuebles. Su funcionamiento es diferente en cada caso, aunque todo sirven para subir las temperaturas y obtener el clima deseado.

El aire acondicionado

El aire acondicionado con bomba de calor recoge el aire que hay en el propio ambiente y lo transforma en calor para la casa. Sin embargo, también es un instrumento de gran utilidad para el verano, ya que hace el efecto contrario cuando las temperaturas son elevadas en el ambiente. Lo hace mediante un ciclo de compresión y expansión del gas refrigerante. 

La calefacción de gas

El sistema de calefacción con gas natural funciona con un circuito que lleva el calor hasta todos los radiadores que hay instalados en la casa, en ellos se calienta el aire por un proceso de combustión con el gas y lo reparte por las estancias. Además, también hay en el mercado estufas de gas que funcionan de forma independiente sin necesidad de instalación. 

La calefacción eléctrica

La calefacción eléctrica también puede ser de varios tipos, según exista una instalación previa en la vivienda o no. Sin embargo, el funcionamiento de todos ellos es el mismo: se emplea una corriente eléctrica por un conducto de alta resistencia y se pasa el calor al sistema de calefacción en cuestión.

¿Qué tipo de calefacción es más eficiente y económica?

Si hacemos un análisis del consumo medio general de los aparatos de climatización, destacamos que los sistemas eléctricos van a depender de su potencia y el casto irá directamente relacionado con el precio de la luz. El gas natural va a necesitar unos 20.747 kWh de energía para generar calor, mientras que la caldera de gasóleo va a consumir unos 21.930 kWh de energía.

Los actuales sistemas de aire acondicionado con bomba de calor crean 3 kW de energía calorífica por cada 1kW de consumo energético eléctrico y esto los posiciona entre los más económicos del mercado. En este sentido, percibimos que gasta menos energía que los sistemas eléctricos para producir la misma cantidad de calor, mientras que consume entre dos y cinco veces menos que las calefacciones que funcionan mediante combustión, como es el gas.

La instalación de estos aparatos de climatización puede presentar un coste más elevado, ya que en otros casos se encuentra una tecnología más barata y que funciona solo con enchufarla, o ya viene integrada con los radiadores de casa. Sin embargo, tras la inversión inicial, será el método más económico de todos y reducirá considerablemente las facturas de la luz.

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