Mientras el mundo se enfrenta a un apocalipsis anunciado, un grupo de viejos amigos –jóvenes, guapos y ricos- se reúne para celebrar la Navidad en una idílica casa de campo en Reino Unido, decididos a enfrentarse a la situación como si se tratara de algo normal, abriendo otra botella de Proseco, recordando momentos que vivieron juntos, antiguas aventuras, relaciones de una noche y en algún momento enfrentándose a la realidad de que están viviendo su última noche.
El muestrario de tipos es bastante completo: están el matrimonio feliz con sus gemelos, otros matrimonios convencionales, la pareja de lesbianas, el amigo médico que presenta una novia adolescente, el que se parece mucho a nuestros inevitables cuñados, la niña repollo, la mama fashion victim de la niña repollo… y está Roman Griffin, el inolvidable pelirrojo de «Jojo Rabbit» en el personaje de Art, el preadolescente complicado, que es lo único que faltaba en la comedia navideña de humor negro y malos rollos «Silent Night[1]», debut en el largometraje de la realizadora Camille Griffin, también guionista y actriz, y en la vida real madre del pelirrojo.
Otros personajes están interpretados por Keira Knightley (‘Love Actually’, ‘Piratas del Caribe’, ‘Colette‘, ‘Begin Again‘), Matthew Goode (‘Downton Abbey’, ‘Secretos de estado‘) y Lily-Rose Depp (‘La bailarina‘. ‘El hombre fiel’, la joven hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis que se está abriendo, lenta pero segura, un hueco en la filmografía francesa), Annabelle Wallis (‘La momia’), Rufus Jones (‘Cortar y pegar’, ‘El extranjero’) y la niña Davida McKenzie.
Muy adecuada para asustar al personal –que necesita poco- en plena pandemia y con la catástrofe climática como una espada de Damocles, «Silent Night» se terminó de filmar en el Reino Unido justo antes del primer confinamiento por la COVID-19 lo que garantiza que no es una película «oportunista», por más que las vivencias actuales en todo el planeta van a ser necesariamente, en el futuro, fuente de inspiración para todo tipo de artistas.
Mientras una nube de gas tóxico recorre el planeta, un sentimiento entusiasta del tipo de aprovechemos lo más posible que mañana no estaremos es el motor que reúne a un grupo de viejos amigos en una última cena navideña, que empieza de manera muy convencional: los adultos se divierten incluso con los comentarios reaccionarios de alguno de ellos, los niños se estudian unos a otros y se aburren; los mayores beben, bailan canciones entrañables que les devuelven a los años escolares que compartieron, fuman en la galería, se dicen cosas que tenían guardadas aderezadas con muchas palabrotas, y poco a poco se ponen a organizar el inevitable final de la existencia casi sin darse cuenta. Los responsables gubernamentales han proporcionado a cada uno de sus ciudadanos una píldora para evitar sufrimientos cuando llegue el momento…
La farsa no es todo lo convincente que pretende. Hemos visto montones de películas con variopintas versiones imaginadas del apocalipsis final, e incluso unas cuantas sobre apocalipsis navideños y otras tantas sobre reuniones de amigos para esperar el desenlace. Esta no alcanza el interés de anteriores comedias familiares de suspense, a los personajes les falta definición, además no resultan especialmente simpáticos y tampoco aclaran si les interesa seguir viviendo. En todo caso, la actualidad le viene dada porque aborda asuntos –el suicidio, la eutanasia- que estos días preocupan a la sociedad.
- Debido a las festividades, el estreno de «Silent Night» será el miércoles, 22 de diciembre de 2021, en lugar del viernes.