La percepción de la seguridad ha evolucionado con la humanidad al ritmo que avanzaba la complejidad de la sociedad, desde la necesidad básica de refugiarnos bajo techo para sentirnos seguros, hasta tener que tomar en consideración múltiples variables tanto personales como colectivas, que condicionan en la sociedad de hoy, conceptos como seguridad ciudadana, jurídica, laboral, vial, tecnológica, bancaria, alimentaria… o la más reciente de la bioseguridad que centra las inquietudes del mundo actual por las vacunas contra la COVID-19.

Esta complejidad ha hecho necesario configurar un cúmulo de conocimientos que se han ido articulando en el ámbito de las ciencias sociales, y que instituciones universitarias, como la Isabel I desde su campus en Burgos, han configurado en estudios de grado en seguridad, actualizados a las nuevas tecnologías que permiten una formación online y semipresencial que pueda adaptarse a las necesidades personales y profesionales.

Hay que tener en cuenta que para desempeñar tareas de dirección en el ámbito de la seguridad se deben reunir múltiples requisitos, en España por ejemplo tener la nacionalidad de alguno de los Estados miembros de la Unión Europea o que forme parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, poseer la capacidad física y la aptitud psicológica necesarias para el ejercicio de las funciones a desarrollar y estar en posesión de un título universitario oficial de grado en el ámbito de la seguridad que acredite la adquisición de las competencias que se determinen al ritmo de los cambios que se producen en la sociedad actual, o bien del título del curso de dirección de seguridad, reconocido por el Ministerio del Interior.

Estar en posesión de un título universitario oficial de grado en el ámbito de la seguridad, que acredite la adquisición de las competencias que se van determinando por las necesidades tanto del propio país como en el ámbito internacional, es por lo tanto el punto de partida para desarrollar una carrera profesional, en el sector público o en el sector privado.

Cursar este grado en la Universidad, capacita al alumno para implementar planes de emergencia y autoprotección, o planes de contingencia frente a riesgos naturales, abarcando los diferentes aspectos de la seguridad, teniendo en cuenta que la globalización obliga a enfrentarse a amenazas muy diversas y complejas, y de carácter trasnacional, como el impacto del cambio climático, las catástrofes medioambientales, la inseguridad alimentaria, el terrorismo, la ciberdelincuencia, los delitos económicos… que pueden necesitar respuestas tanto a nivel personal como colectivo.

Los nuevos retos en seguridad superan ampliamente en la actualidad la actividad propia de los cuerpos de policía o de protección civil, implicando a profesionales de distintos ámbitos de las ciencias, la ingeniería, o la salud, y los estudios de seguridad pueden, bien complementar la formación de estos profesionales en disciplinas relacionados con la seguridad, o capacitar a una persona para dirigir equipos multidisciplinares en los que es necesario conocer qué puede y debe hacer cada uno de ellos.

En definitiva, son estudios indispensables para quienes tienen interés en orientar su futuro profesional, con visión internacional, hacia el sector de la seguridad, tanto en el ámbito público como en el privado.

Y la cartera de salidas profesionales es muy amplia, con posibilidades vinculadas con la seguridad corporativa y la gestión de riesgos en las medianas y grandes empresas en el sector privado, o con la seguridad en corporaciones locales y en la administración del Estado, que requieren profesionales con capacidad de actuar como técnicos de seguridad o protección civil. La formación inicial y la experiencia acumulada permiten desarrollar dilatadas carreras profesionales vinculadas con la seguridad internacional, tanto en procesos de empresas como en instituciones internacionales, sin olvidar la necesidad de dar cobertura a cooperación internacional en organizaciones no gubernamentales.

Si atendemos a la definición de Seguridad como ‘ciencia interdisciplinaria que está encargada de evaluar, estudiar y gestionar los riesgos a los que se encuentra sometida una persona, un bien o el ambiente’, se deduce que la seguridad busca principalmente la gestión del riesgo.

Capacitarse para saber cómo actuar en cada circunstancia requiere de una formación exhaustiva, basada en la investigación y en la acumulación de conocimientos que solo puede garantizar una universidad, para decidir en el momento adecuado, qué riesgo se puede aceptar, prevenir, transferir o mitigar, y como graduar en cada caso cada una de las medidas posibles.

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