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Sara Jiménez en «Musa mía»: Las Musas siempre fueron mujeres

Sara Jiménez © DeFlamenco

Encontrarse con una compañía de mujeres, e incluso que las que están detrás de las bambalinas, excepto uno, también sean mujeres, no me atrevería a decir que sea un hecho único, pero sí que es altamente infrecuente.

Después de asistir al estreno en Madrid, en el marco del festival Miradas Flamenkas de «Musa mía», en el Centro Cultural Pilar Miró, de esta creación de la bailaora y coreógrafa granadina Sara Jiménez, sí me atrevo a decir sin lugar a dudas, que lo que vimos ayer tiene un marcadísimo sello artístico femenino de altísimo nivel. Una obra coral de mujeres con resultado improbable en una obra coral de hombres, si tal cosa existe.

Al lado de Sara Jiménez, creadora, coreógrafa y directora escénica de Musa Mía, están la guitarrista Antonia Jiménez responsable de la dirección musical; las cantaoras Teresa Hernández y Alicia Morales y a la percusión Nasrine Rahmadi.

Vayamos paso a paso. El trabajo de interpretación y composición de Antonia Jimenez está internacionalmente reconocido. Antonia siempre será la pionera de la guitarra flamenca femenina. Pero su más que excelente labor de dirección musical en Musa Mía completa sus capacidades y posibilidades artísticas. Destaca la dirección de cantaoras, a las que arranca en sus voces una cascada de sonidos en todas y cualquiera de las notas musicales en cada momento y circunstancia del concierto. Coordina y teatraliza sus voces, sus cantes. Espero ver a Antonia asentada en trabajos de dirección musical cada vez con mayor frecuencia.

Lo mejor de todo es que no son acompañantes, son protagonistas, hay una coordinación coral y escenográfica en todo momento. Sara Jiménez en Compañía es un equipo en el que todas sus componentes se hacen imprescindibles. En esto radica ese sello de arte tan exclusivamente femenino de este proyecto.

A destacar los dos momentos del cuarteto en el concierto, en ausencia de la bailaora. Y si tengo que fijarme en uno, porque sin duda deja huella permanente en el espectador es esa interpretación de la caña, con las cuatro artistas en pie, formando piña. Ahí, la parte vocal e instrumental alcanzan su culmen. No hay egos, hay conjunto, excelentemente coordinado y dirigido. Imposible obviar la labor de percusión, por otra parte ya muy conocida y reconocida de Nasrine Rahmani.

En cuanto a Sara Jiménez, creadora de Musa mía

Primero su dirección escénica, correctísima siempre, sobresaliente en ciertos momentos. Cuánto conocimiento y sabiduría en la colocación de cuerpos en escena, rotaciones, efectos del diseño de iluminación y sobre todo su baile. Su ciencia y conciencia corporal, sus lentitudes, su levedad, sus crescendos, sus desplantes, su inmovilidad estatuaria, sus silencios largos, larguísimos, pero tan activos, tan llenos de significado.

Está en todo momento presente su leit motif literario tomado de un verso de Rafael Lasso de la Vega: «Allí donde el silencio se rompió, las musas danzaron», como elemento coordinador en la construcción de las tres partes del proyecto, tan distintas y tan coherentes entre sí, tan subjetivas para dejar en libertad al espectador para interpretar y o asumir la diversidad de lo que va sucediendo en la escena. Hay un ritmo de fondo, donde siempre se encuentra al menos un vestigio de raíz flamenca, aunque nos ponga ante otra cultura dancística, no sé si de vanguardia o simplemente diferente. Ese ritmo que siempre empieza, acaba y vuelve a empezar en el silencio, como reflexión de la creación sin fin, una y otra vez.

Eché en falta un cuarto cuadro de vuelta al flamenco inicial, con el que se hubiera completado un círculo, terminar donde se empezó, tras pasar por otras manifestaciones de danza. Tiempo había, el espectáculo duró una hora justa. A posteriori entiendo que no es que se me hiciera corto, que también, es que el espectáculo terminó flotando, a falta de su cierre lógico.

Será por cuestiones de contratación, en las que no entro, pero lo normal en un espectáculo de baile es una duración que se acerque a los noventa minutos. El Centro Cultural Pilar Miró forma parte de la red de teatros de la Comunidad de Madrid, no es un centro privado, no debería por tanto existir un problema de tiempo.

En cualquier caso Sara Jiménez ha dado un paso de gigante en su brillante trayectoria con esta «Musa mía», que más bien podría llamarse «Musa nuestra». Veo a Sara en un punto de inflexión de su carrera, el punto en que no hay vuelta atrás, el punto en que la única posibilidad de seguir es la valentía de dar no ya un paso, sino un salto de atleta hacia adelante. Requiere valor, pero es imprescindible para seguir creciendo.

Creo que es el momento en el que Sara podría plantearse incorporar a su compañía un director teatral, y sí, estoy pensando en una ilustre paisana suya, con resultados que todos conocemos. Ella tiene todos los mimbres. Conocimiento de la danza, un cuerpo entrenado y obediente a cualquier experimentación, gracilidad, elegancia innata, lo tiene todo para dar ese salto que es mejor no dar sola, el salto que la sitúe en un antes y un después de darlo.

Es su momento.

Ficha artística:

  • Sara Jiménez, idea original, dirección escénica, concepto y coreografía
  • Antonia Jiménez y Sara Jiménez, direccíón musical
  • Teresa Hernández y Alicia Morales, voces.
  • Nasrine Rahmani percusión y palmas.

Ficha técnica:

  • Dirección de arte Julia Vargas Cometta
  • Diseño de iluminación Olga Garcia
  • Diseño de sonido Chipi Cacheda
  • Diseño de vestuario Sara Jiménez y Julia Vargas Cometta
  • Fotografía Lucre Photo
  • Textos Enrique Fuenteblanca y Sara Jiménez
  • Producción y distribución Sara Jiménez en Compañía y Serendipia Global
Algunas cosas que he aprendido a lo largo de mi vida. Soy Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, master en Psicología del Deporte por la UAM, diplomada en Empresas y Actividades Turísticas, conocedora de la Filosofía Védica. Responsable de Comunicación y Medios en Madrid de la ONG Internacional con base en India, Abrazando al Mundo. Miembro de la British Association of Freelance Writers. Certificada en Diseño de Permacultura. Trainer de Dragon Dreaming, metodología holística para el crecimiento personal, grupal y comunitario en el amor a la Tierra. Colaboradora en Periodistas-es y en las revistas Natural, Verdemente, The Ecologist para España y América Latina. Profesora de inglés avanzado.

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