Reflexionemos antes del día de reflexión

Según el CIS un treinta por ciento de los electores decidirán esta última semana. Estamos en la semana de la reflexión.

Dice Enric Juliana que «si el treinta por ciento espera a la última semana, ahora empieza la campaña electoral de verdad. Quedan siete días para fijar posiciones». Entonces hagamos lo debido, reflexionemos y fijemos posiciones, para animar a los demás a que hagan lo mismo.

Vivimos en un momento difícil para las gentes de nuestro país. Estas elecciones autonómicas y municipales del 28M se desarrollan mientras el noventa por ciento de la población sufrimos el atraco monopolista y el expolio financiero a manos de los grandes bancos y oligopolios. Lo que supone un creciente abismo social y la pérdida del poder adquisitivo de la mayoría de nuestro pueblo. Se necesita una respuesta contundente y unida.

Es inadmisible que un trabajador percibirá lo mismo que un consejero ejecutivo del IBEX-35 si trabaja -y su vida se alarga- durante 145 años. En el último año hemos perdido de media 1523 euros, para que los grandes bancos, eléctricas y petroleras se hayan repartido más de veintiséis mil millones de euros en beneficios.

La mitad de los pensionistas perciben menos de mil euros para que los grandes bancos aumenten sus beneficios en un cuarenta por ciento. El aumento del Euribor está asfixiando a numerosas familias, que se ven obligadas a pagar en promedio 1600 euros más al año. Las facturas de electricidad se han duplicado y triplicado debido a las prácticas monopolistas del oligopolio eléctrico.

La riqueza que acumulan estas grandes corporaciones corresponde a lo que arrebatan a las pequeñas y medianas empresas, a los autónomos y a los trabajadores. Lo queramos o no es la realidad que determina las elecciones autonómicas y municipales del 28M.

Nuestras modestas reflexiones

La subida de precios es un atraco planificado, que empobrece al noventa por ciento de la población para incrementar las ganancias de bancos, eléctricas, petroleras, gigantes de la alimentación y demás oligopolios. Un atraco impuesto desde el exterior: el BCE es quien decreta la subida de tipos de interés que luego revierte en el aumento de hipotecas y préstamos. Un atraco que impone un traspaso forzoso de las rentas de trabajadores, pensionistas, pymes y autónomos, a bancos y monopolios de la oligarquía, y sobre todo a un capital extranjero que ha aumentado su capacidad de expolio.

Es imperativo detener este atraco y redistribuir la riqueza. Si bien se han aprobado distintas medidas para proteger a los trabajadores y en especial a las personas gravemente empobrecidas no son suficientes. Necesitamos recortar los enormes beneficios que nos extraen los grandes bancos y el capital extranjero, y promover políticas que mejoren las condiciones de vida de la mayoría de las personas, impulsando la creación de nueva riqueza.

No podemos basar la solución únicamente en las ayudas públicas, porque sin redistribución fiscal no se cuestiona el atraco y solo se generan deudas que serán pagadas por los que pagamos impuestos -trabajadores, autónomos y pymes- a través de nuevos recortes. Hace falta voluntad política para redistribuir la riqueza de verdad en cada ayuntamiento y en cada Comunidad Autónoma en estas elecciones.

La abstención no es la forma adecuada de mostrar nuestra indignación. Es un indicador de la creciente desconexión entre los políticos y el sistema, por un lado, y los ciudadanos por el otro. Debemos evitar promover la abstención, ya que solo beneficiaría a las opciones que buscan recortar nuestros derechos y salarios, ya sea de forma más agresiva o al no cuestionar el atraco monopolista.

Rechazamos cualquier mensaje que culpe a las personas que se abstienen después de las elecciones, obviando las responsabilidades que las organizaciones políticas puedan tener en esta situación. Por el contrario, animamos a todos los ciudadanos a votar con conciencia y sin miedo a los votos útiles.

Nuestra conclusión, sí hay alternativa

Sí se puede detener este atraco con una redistribución de la riqueza, con unas cuentas claras, cuya ejecución dependa únicamente de la voluntad política. Pero para redistribuir la riqueza hay que recortar las enormes ganancias de bancos, monopolios y capital extranjero.

Hay que blindar las pensiones en la Constitución; lanzar un plan para reindustrializar nuestro país, crear empleo fijo; subir salarios; enfrentarse al dominio de los fondos buitre que disparan los alquileres; defender a las pymes y autónomos; dar alternativas a los jóvenes; acabar con la violencia machista, y con los abusos de los monopolios contra el medio ambiente.

Ampliar de verdad la democracia y fortalecer la unidad del noventa por ciento del pueblo frente al saqueo que sufrimos, creando Asambleas de Electores donde los cargos públicos rindan cuentas ante los votantes, y con capacidad de destituirlos si incumplen sus compromisos; y defendiendo que la unidad es necesaria para enfrentar la crisis -de toda la sociedad española- frente a la división que solo beneficia a quienes imponen los recortes. Defendemos la libre y solidaria unidad del pueblo de todas las nacionalidades y regiones de España.

Y defendemos la paz desde la izquierda -que hoy significa decir «fuera tropas rusas de Ucrania»- y luchar por una España independiente de Estados Unidos. Por lo que denunciamos la invasión imperialista rusa de Ucrania, y apoyamos incondicionalmente la autodefensa del país y el pueblo invadido, también con el envío de armas. Al mismo tiempo que mantenemos nuestro rechazo a la subordinación de Europa y España a Estados Unidos y la OTAN.

Así que reflexionen, mejor antes del día de reflexión.

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