En titulares -de lo particular a lo universal- por si les da pereza leerlo entero: Un fondo buitre expulsa a los vecinos de toda la vida de un barrio de Madrid, mediante proceso de apropiación. El 45 por ciento de los hogares en alquiler están empobrecidos. La juventud no puede tener vivienda, aunque trabaje. Si alquilas, no puedes comprar. Los jóvenes -ahora- no pueden ahorrar. La solución -con voluntad política- es crear un parque público de viviendas en alquiler.

Vecinos expulsados y ganancias concentradas

El fondo de inmersión inmobiliaria BWRE -que entre 2012 y 2016 expulsó a cientos de personas de sus pisos en el centro de Madrid, en Malasaña, Chueca y Lavapiés-, lleva desde 2018 apoderándose del barrio de Puerta del Ángel -para crear lo que llaman «la zona de desbordamiento del centro de Madrid» al otro lado del antiguo cauce del Manzanares- desalojando progresivamente a sus habitantes de toda la vida.

Los grandes bancos, las sociedades de inversión inmobiliaria «socimis», y los fondos buitre -que son los principales caseros de España y los que inflan artificialmente el precio de la vivienda- van expulsando a la gente de los barrios populares para sus beneficiosos proyectos urbanísticos.

Proceso de apropiación de un barrio

Desde 2018, Madlyn -nombre que utiliza el fondo BWRE para este proyecto, en el que ha formado siniestramente una palabra con Madrid y Brooklyn- se ha ido haciendo con decenas de bloques de viviendas en Puerta del Ángel generando una subida en el precio de los alquileres en esta zona de manera abusiva, presionando a las personas mayores con rentas antiguas y echando del barrio a todos los que llevaban años viviendo en estos edificios para cambiarlos por turistas y rentas más altas.

Y, además de los bloques de viviendas, el fondo también ha ido adquiriendo locales comerciales de todo tipo y funcionalidad, destruyendo, con la subida de los precios, el tejido comercial tradicional. El mismo fondo BWRE reconoce que en un periodo de nueve meses adquirieron todos los inmuebles, aprovechándose en la mayoría de los casos provenían de herederos que necesitaban vender o directamente de edificios sin uso y ya abandonados.

Hogares en alquiler empobrecidos

España tiene el reprobable honor de ser el país europeo donde hay más personas viviendo en condiciones de alquiler con riesgo de pobreza o de exclusión social. Los precios se han elevado más de un 28 por ciento en siete años, según el Banco de España en su Informe Anual de 2023, sobre datos de 2022. El alquiler de la vivienda ha aumentado de manera constante desde 2014 y la mayoría de inquilinos son jóvenes. Más del 50 por ciento de personas de menos de 29 años que han podido salir de casa de sus padres vive de alquiler y un 35 por ciento entre los que van de 30 a 44 años.

El 45 por ciento de los hogares españoles en alquiler empobrecidos frente a la media de la UE en el 31 por ciento. En el burocrático lenguaje del Banco de España, «en España, los hogares vulnerables se concentran, de manera particular, en el alquiler y entre los dos quintos de la población con menor renta», es decir, el 40 por ciento, que son veinte puntos porcentuales por encima del promedio de la Unión Europea.

Si alquilas, no puedes comprar

Los precios de la vivienda -tanto de compra como de alquiler- impiden el ahorro de los hogares y condicionan su acumulación a lo largo del ciclo vital.

La Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España destaca que, en las últimas décadas, la acumulación de ahorro neto por parte de los hogares jóvenes es significativamente menor que la alcanzada por sus padres.

El fondo del problema es que si alquilas, no puedes ahorrar para poder comprar vivienda. En 2021, un 61 por ciento de los hogares en alquiler no disponían del ahorro necesario para adquirir una vivienda, dato anterior a la sangrante subida de los tipos de interés y del Euribor.

Los jóvenes no pueden ahorrar

La mayoría de los nacidos entre 1992 y 1980 (30 años y menos de 45) no pueden ahorrar.  Porque están sometidos a dos expolios: unos salarios que no permiten el ahorro; y un gasto en vivienda de alquiler que impide -aunque sea mínimamente- ahorrar algo.

Según datos del Banco de España, actualmente los jóvenes entre 30 y 40 años apenas tendrían de media un patrimonio de 30.000 euros, mientras que sus padres, a su misma edad, ya tenían de 100.000 a 200.000 euros (transformando pesetas a euros en su caso).

En las heladas palabras sin sangre del Banco de España, «mayores precios de la vivienda, tanto de compra como de alquiler, limitan la capacidad de ahorro de los hogares y condicionan su proceso de acumulación de riqueza a lo largo del ciclo vital». Y «son especialmente relevantes para aquellos hogares con menor nivel de renta y, en particular, entre los jóvenes».

Un parque público de viviendas en alquiler

La solución, con voluntad política, consiste en hacer crecer el parque público de viviendas en alquiler -para converger con el resto de Europa con cerca del diez por ciento del parque de inmuebles en arrendamiento- en una cantidad en torno al millón y medio de nuevas viviendas en alquiler social. Un plan a diez años -con el objetivo de disponer de tal parque- que incrementaría en más de un 150 por ciento la producción anual media de viviendas en España, registrada en los últimos años.

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