Activistas internacionales coordinados por Survival Internacional han protagonizado varios actos de protesta por la presencia en Madrid del presidente del Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno brasileño (FUNAI), Marcelo Augusto Xavier da Silva, a quien se acusa de actuar contra los objetivos de su propio departamento facilitando la ocupación de territorios que deberían estar bajo su protección.

Por la mañana, Xavier da Silva tuvo que abandonar un conferencia internacional cuando Ricardo Rao, antiguo agente de la FUNAI, denunció ante el público la política antiindígena que aplica al frente de su cargo.

Por la tarde Survival International, junto con las organizaciones antirracistas y de la diáspora indígena Plaza de los Pueblos, Maloka y Coletivo Delos Direitos No Brasil, convocaron una concentración frente al Ministerio de Asuntos Exteriores para denunciar la complicidad de Marcelo Xavier y de la actual dirección de la FUNAI con el genocidio indígena en Brasil.

También protestaron contra la pasividad del departamento durante las labores de búsqueda del indígenista Bruno Pereira y del periodista Dom Phillips, y contra los ataques y el hostigamiento promovidos desde la propia FUNAI contra líderes y organizaciones indígenas.

«Ante una situación de guerra declarada a los pueblos indígenas de Brasil por el Gobierno genocida de Bolsonaro, asistimos a cómo se recibe a un cómplice necesario como Marcelo Augusto Xavier da Silva en Madrid. ¡Basta ya! Los asesinatos y el despojo a los pueblos y defensores indígenas en Brasil merecen una respuesta política contundente», afirmó Lola Rama, activista de Survival International, durante su discurso en el acto de protesta.

Desde que comenzó su gestión en 2019, Marcelo Xavier acumula denuncias y reclamaciones, tanto de indígenas y sus aliados, como de los trabajadores de la FUNAI. También defiende a menudo el «progreso» para los pueblos indígenas impulsando el robo de sus tierras para el agronegocio, y niega continuamente la situación de violencia y desamparo que genera la falta de acción y respuesta constantes de la FUNAI. 

Xavier también ha negado la existencia de pueblos indígenas no contactados en algunos territorios, alineándose con políticos y terratenientes desesperados por abrir estas tierras a cualquier precio para explotar sus recursos de forma exhaustiva.

A partir de estrategias como reducir la vigencia de las Ordenanzas de Protección Territorial, o incluso no renovarlas, Marcelo Xavier refuerza los planes de Bolsonaro y sus aliados en detrimento de la supervivencia de pueblos indígenas enteros que dependen de la seguridad e integridad de su territorio para vivir, y corren el riesgo de resultar diezmados.

La protesta también contó con la presencia de la diputada hispano-brasileña María Dantas, quien pronunció un discurso en el que denunció la política antiindígena impulsada por el Gobierno de Bolsonaro: «Este señor [Xavier] es el responsable político de muchas muertes de personas indígenas. También es el responsable político por el asesinato de Dom Phillips y Bruno Pereira. También es el responsable político de muchísima deforestación que hay en Brasil ahora mismo, con los grileiros, con toda la apertura del Gobierno de Bolsonaro a las transnacionales y también a sus amigos terratenientes».

En las dos últimas semanas, el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre la situación de los defensores de los pueblos indígenas y del medioambiente en Brasil, en particular sobre el asesinato de Dom Phillips y Bruno Pereira, y la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que el Estado brasileño debe adoptar las medidas necesarias para garantizar la integridad personal y la salud de los pueblos y personas indígenas, así como medidas para prevenir la explotación y la violencia sexual contra mujeres y niños. 

Desde el asesinato de Bruno Pereira y Dom Phillips en junio, organizaciones indígenas e indigenistas, como APIBCOIAB y Opi, han aumentado la presión para la destitución de Marcelo Xavier. Diputados y senadores presentaron solicitudes con la misma petición y también los trabajadores de la FUNAI están en huelga exigiendo que Xavier sea despedido: 40 de las 52 unidades de la FUNAI han organizado protestas.

La campaña Aislados o Diezmados que presiona para que se renueven las ordenanzas de protección de las tierras de pueblos indígenas no contactados, también se sumó a la petición de destitución de Xavier:  «Exigimos la inmediata destitución de Marcelo Xavier de su cargo de presidente de la FUNAI. No aceptaremos la continuidad de esta política antiindígena y la connivencia directa con el exterminio deliberado de la población indígena, activistas y servidores de la FUNAI en el mandato del actual Gobierno”.

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