El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha reivindicado este martes 15 de marzo 2022 el modelo de producción y consumo de proximidad frente a amenazas y desafíos globales como el cambio climático, la pandemia o la guerra. 

En su intervención en el acto de conmemoración del Día Mundial de los Derechos del Consumidor, Garzón ha señalado que, pese a los avances que se están dando para ser menos dependientes del exterior, menos vulnerables y más sostenibles, aún quedan metas por alcanzar para evitar que acontecimientos como la pandemia o la inestabilidad internacional provocada por la guerra en Ucrania tengan «indudables consecuencias» en el día a día.

Garzón sostiene que «si algo ha puesto de manifiesto el contexto de la pandemia y la guerra es que necesitamos un modelo de producción y consumo de proximidad que dé lugar a una menor dependencia del exterior, que provoque menores vulnerabilidades y que ponga la sostenibilidad en el centro».

Según el ministro, aunque sendos acontecimientos han demostrado las «debilidades» de los actuales modelos de producción y consumo, estos no son los únicos que nos deben de poner en alerta, ya que existen «otras problemáticas y desafíos ecosociales que hunden sus raíces en nuestros modelos de producción y de consumo».

Ante ello, Garzón ha mostrado el compromiso del Ministerio de Consumo por «democratizar las relaciones sociales de consumo» y luchar contra las desigualdades generadas por un sistema en el que, por un lado «existen consumos desmesurados» y, por el otro, hay personas que no pueden satisfacer sus necesidades más básicas de alimentación, vivienda o energía.

En este sentido, ha recalcado que el Gobierno «pondrá todas sus fuerzas en que el contexto actual no agrave» este tipo de situaciones de pobreza y ha abogado por «reducir la demanda de quienes más tienen» para, de esa manera, «redistribuir las rentas y la riqueza».

Desafíos que se convierten en oportunidades

Garzón también ha recordado en el Día Mundial de los Derechos del Consumidor que, como consumidores y ciudadanos, «todos tenemos la posibilidad de generar cambios importantes».

Para hacerlos, el ministro de Consumo ha pedido no caer en la «ecoansiedad» y ver en los desafíos ecosociales «una oportunidad para reformular hábitos y estilos de vida que desemboquen en sociedades más saludables, justas y en mayor equilibrio con el planeta».

En este sentido, ha recordado que las pautas de consumo «no deben ser azarosas sino el resultado de un proceso de concienciación», para el que considera «imprescindible tener información sobre toda la cadena de producción de un producto».

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