La Organización Mundial de la Salud asegura que el mundo está en una etapa muy peligrosa porque el virus sigue propagándose con rapidez, e insta a todos los países a mantener una vigilancia extrema al conocerse que este 18 de junio de 2020 se produjo el mayor número de casos de coronavirus en un solo día, con 150 000 contagios, casi la mitad de los casos desde las Américas y también en el sur de Asia y el Medio Oriente.

«El mundo se encuentra en una etapa nueva y peligrosa, lógicamente son muchas las personas que están cansadas de estar en casa y los países desean, con razón, abrir sus sociedades y economías, pero el virus sigue propagándose con rapidez, continúa siendo mortífero y la mayoría de las personas sigue siendo susceptible a él», explicó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Por ese motivo, durante la rueda de prensa diaria donde se analiza la situación de la enfermedad, instó a todos los países a ejercer una vigilancia extrema y encontrar, aislar, diagnosticar y tratar todos los casos y rastrear y poner en cuarentena a cada contacto.

Posible segunda oleada en otoño

Preguntado sobre cómo definiría y qué recomendaría a los países que se enfrentan a una segunda ola de coronavirus, como sería el caso de los europeos, el doctor Mike Ryan, director de los programas de emergencia de la Organización, indicó que no hay una definición específica de segunda ola y que en las enfermedades virales se pasa por una ola que alcanza un pico hasta que llega a un nivel muy bajo o indetectable y luego aparece esta «segunda oleada», que es lo que se aprecia con la gripe cada año.  

Indicó que la situación que podría darse en algunos países es que tuvieran un segundo pico porque la enfermedad no se terminó de controlar y a continuación tuvieron un nivel muy bajo o imperceptible de la misma y podrían sufrir una segunda ola en otoño.

Brasil: profesionales sanitarios afectados por la COVID-19

En las últimas veinticuatro horas se registraron más de 22.000 casos y mil muertos en Brasil, la mayoría en las regiones de Rio de Janeiro, Sao Paulo, Rio Grande, Espirito Santo y Pernambuco.

El doctor Ryan indicó que varía la situación según las áreas y destacó que quince mil de esos casos de coronavirus se han dado entre personal médico que trabaja en primera línea y diecinueve mil entre enfermeras y otro personal técnico sanitario.

Al mismo tiempo, destacó que la Organización Panamericana de la Salud trabaja estrechamente con las autoridades brasileñas a nivel federal y estatal.

Rebrote en Pekín

Acerca de las informaciones aparecidas en prensa sobre el posible hallazgo de una «cepa europea» en el rebrote de la enfermedad en la ciudad china de Beijing (Pekín), Ryan señaló que hay que actuar con cautela, ya que tanto las cepas como los virus se mueven alrededor del mundo.

«Por ejemplo, muchos de los virus que circulan en Nueva York son de origen europeo incluso en Japón tienen casos importados que proceden de Europa, por ello no hay que señalar a Europa como el origen del virus en absoluto. Lo que decimos es que la enfermad probablemente vino de fuera de Beijing en un momento dado», explicó al tiempo que destacó la importancia de establecer cuándo ocurrió.

Indicó también que le tranquiliza que este brote en Beijing  sea de origen humano, lo que descarta una de las hipótesis de las autoridades chinas de que se hubiera producido una transmisión de animal a humano.

Los refugiados y la COVID-19

En la rueda de prensa estuvo presente también, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, quien pidió a los países que los apoyen durante esta pandemia, ya que se trata de una de las poblaciones más vulnerables.

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, que se celebra este sábado 20 de junio de 2020, Filippo Grandi recalcó como aquellas personas desplazadas en campamentos no tienen cómo practicar la distancia física y tienen poco acceso al agua y al saneamiento.

El Alto Comisionado afirmó que la ONU se encuentra trabajando para mejorar sus condiciones a diario, pero la grave situación también se vive entre los migrantes que no viven en refugios, y están en países de acogida pasando por la pandemia.

«Pienso en los países de América Latina que acogen a cuatro millones de venezolanos, o en los refugiados en los centros urbanos de África, o los afganos en Irán, son poblaciones que están siendo muy impactadas por la pandemia de COVID-19».

Grandi explicó que en ese caso lo que más preocupaba actualmente es la amenaza a sus medios de vida: «Los refugiados y migrantes sobreviven del día al día, en la informalidad. Esto ha sido detenido por la pandemia y las medidas de confinamiento».

El Alto Comisionado pidió a las instituciones financieras internacionales que tengan en cuenta en los paquetes de ayuda a los países, a aquellos que acogen a una gran cantidad de migrantes y refugiados, que en un 80 por ciento son naciones de bajos y medianos ingresos.

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