«Olea…¡Más alto!»

«El cine es el mejor tren eléctrico que te pueden regalar». (Frase de Orson Welles que encabeza esta película)

Esta es la historia de alguien que no sabía que estaba llamado a ser uno de los mejores realizadores del cine español de la segunda mitad del siglo veinte, de alguien que se presentó a los exámenes de ingreso en la Escuela de Cine, tras abandonar Económicas más o menos por hacer algo y acabó dirigiendo largometrajes tan significativos como «El bosque del lobo», «Tormento», «Un hombre llamado flor de otoño», «El día que nací yo» o «Akelarre». 

«Olea…¡más alto!» es lo que el cura del colegio gritaba cuando no oía lo que decía el Pedro Olea, alumno creo que de los maristas, y es el expresivo título que ha dado el realizador Pablo Malo a este documental sobre la obra de Pedro Olea que, como todas las biografías es una hagiografía, y hay que decir que merecida.

Para empezar, se agradece que el personaje objeto de revisión esté aun con vida; lo habitual suele ser dedicarse al análisis de la persona o la obra de gente que ya no existe. Yo celebro que Olea, a los 82 años, haya podido participar en el rodaje de este documental-homenaje a una forma muy personal de hacer cine, y explicar con su voz el medio siglo de historia del cine español que ha vivido, siendo uno de sus protagonistas: los años de la censura y el cine de la transición . 

Alumno de Saura, Berlanga y Serrano de Osma –a los que menciona cuando comenta su llegada a ese lugar en el que se aprendía nada menos que a hacer cine-, compañero de Pilar Miró, Regueiro, Porto, Iván Zulueta… y tantos otros de una generación que se daba a conocer en una sesión en un cine de la Gran Vía madrileña , donde la tradicional función de fin de curso se convertía en la exhibición de los cortos de fin de carrera. Y, dice el protagonista, «de ahí salían los primeros contratos».

«¡Olea…¡más alto!», en los cines desde este viernes 6 de noviembre de 2020, tuvo su estreno en la reciente 64 edición de la Seminci. Por el documental desfilan multitud de personajes de nuestra cinematografía, que han trabajado con él, y algunos incluso son sus amigos: desde Joan Manuel Serrat –con quien rodó lo que ahora llamamos un videoclip con la canción «La, la, la» que finalmente el catalán no cantaría en Eurovisión, y cuya única copia Olea cedió a la Filmoteca una vez muerto el dictador- hasta José Sacristán –su inolvidable Flor de otoño- pasando por Concha Velasco, Ana Belán, Víctor Mauel, José Luis  Garci, Diego Galán, Imanol Arias, José Frade, Máximo Valverde, Maribel Martín…y bastantes más, que recuerdan momentos y anécdotas de la vida y los rodajes compartidos.

«Olea… ¡más alto!» es también un recorrido por más de medio siglo de industria cinematográfica, con sus luces y sus sombras, a través de la visión y las sensaciones de uno de nuestros cineastas más personales, que deja un legado de más de veinte largometrajes en los que ha tocado todos los géneros,  y una serie de trabajos variados en TVE, desde un programa de música tan emblemático como fue «Último grito» hasta documentales, cortometrajes y series.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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