Oenegés de protección animal piden la reconversión de la tauromaquia

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Las organizaciones de protección animal Avatma, Animal Guardians y La Tortura No es Cultura (Ltnec) afirmaron este lunes 1 de junio de 2020 que «la mejor ayuda a la tauromaquia es un Plan de Reconversión», puesto que las últimas estadísticas oficiales muestran que el final de los festejos taurinos es «inevitable» e «invertir fondos públicos en ellas es malgastar el preciado dinero de los contribuyentes».

Según datos del Ministerio de Cultura y Deporte, las corridas de toros bajaron el año pasado en España un 63,4 por ciento respecto a 2007, que es el año de máximo histórico, informa Servimedia.

En este periodo se han producido descensos en todos los tipos de festejos taurinos, con caídas de entre un 90,6 por ciento del toreo cómico y un 41,6 por ciento de los festivales, salvo las corridas mixtas, que son las únicas que han ascendido. Respecto a los festejos taurinos populares, cayeron de 17.920 de 2017 a 16.915 en 2019, cuando hasta entonces habían experimentado aumentos.

Marta Esteban, de Animal Guardians, indicó en un comunicado que las ganaderías de lidia aumentaron de 1.327 en 2007 a 1.339 a 2019, es decir, doce más. «¿Cómo se explica que, con un descenso de los festejos tan brutal, aumenten las ganaderías? Sencillo: un 31,6 por ciento de sus ingresos vienen de subvenciones europeas de la PAC, más otras subvenciones nacionales que reciban. Se crean para vivir de los impuestos de los contribuyentes», aseguró.

Un informe reciente de Avatma con datos provenientes de fuentes taurinas señala que un 31,6 por ciento de los ingresos de las ganaderías de lidia proviene de ayudas europeas de la Política Agrícola Común (PAC). «Si no fuera por ellas, hoy en día, estas ganaderías serían difícilmente viables»», recalca. La media anual es de 60.736 euros por explotación, con un máximo de 142.246 y un mínimo de 21.888 euros.

«Son pocas, muy pocas, las explotaciones ganaderas de ganado de lidia que venden animales para festejos en plaza (más o menos un 30 por ciento), con el agravante, además, de que, salvo las punteras, la mayoría vende poquísimos animales (toros y novillos)», apuntó José Enrique Zaldívar, presidente de Avatma.

Bancarrota inevitable

Por otro lado, el número de profesionales taurinos inscritos aumentó de 7.907 de 2012 a 9.993 en 2019. «A pesar de la caída de la actividad taurina, los inscritos aumentan. Imaginamos que lo hacen porque, una vez más, esperan vivir de subvenciones», indicó Esteban.

Sin embargo, los profesionales con carné vigente (es decir, que han podido participar en algún festejo taurino) bajan de 6.703 en 2012 a 5.357 en 2019. «El empleo que genera la tauromaquia es escaso, temporal y endogámico, resultando evidente que el sector taurino debe contar ya con otras fuentes de ingresos más allá de esta actividad específica para poder adaptarse al evidente declive que padecen», argumenta Zaldívar.

Por su parte, la presidenta de Ltnec, Carmen Ibarlucea, llamó al Ministerio de Cultura y Deporte a una «total transparencia» en la gestión de las ayudas al sector taurino.

«El negocio de la tauromaquia se muere e invertir dinero público en él es malgastar el dinero de los contribuyentes cuando tanto se necesita. Es como invertir en máquinas de escribir. La única ayuda razonable es un Plan de Reconversión que saque a las familias que viven del maltrato del toro de una bancarrota inevitable», sentenció Esteban.

1 COMENTARIO

  1. Cuándo llegará el día, en el que la diversión y el lucro del ser humano, no consista en el maltrato y sufrimiento animal.

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