Richard Nixon, presidente de Estados Unidos entre 1969 y 1974, visito China en 1972, cuando vivía el dictador comunista Mao Tse Tung y el mundo estaba dividido en dos bloques. Eran momentos de la Guerra Fría, y este acontecimiento tuvo gran importancia política. La visita fue programada con cuidadoso protocolo y seguida por la prensa internacional, era un acercamiento en medio de grandes tensiones.

Tal vez la historia se repite, pero lo interesante del caso es que el arte siempre puede sorprendernos y revelarnos aspectos profundos de la humanidad.

Este hecho que, en parte cambio la historia, buscó normalizar una relación muy opuesta, mostrando la diplomacia en acción ya que Nixon fue el primer presidente de los Estados Unidos en visitar el país comunista, con la conciencia de que «China no podía ser ignorada». Fue en realidad, un ejercicio de realpolitik, mas allá de la ideología política diferente había que crear condiciones de convivencia.

Este evento histórico fue motivo de una ópera vanguardista y extraña en su modalidad estilística. Cuando el director Peter Sellers, quien ha dirigido varias obras en el Teatro Real, le propuso al músico americano John Adams escribir una partitura sobre esta visita de Nixon a Pekín, Adams no estaba muy convencido, sin embargo, el proyecto arranca. La poeta estadounidense Alice Goodman, escribe un guion en verso y da el enfoque conceptual indagando sobre el papel de los lideres mundiales y la consecuencia de sus actos.

La opera «Nixon en China» se estrenó en Houston en 1987, quince años mas tarde del célebre encuentro entre Mao Tse Tung y Nixon. Aun quedaban destellos de aquellas transmisiones televisivas de la visita del líder republicano con la primera dama Pat, el secretario de estado Henry Kissinger y el recibimiento en tierra asiáticas.

En el momento del estreno no hubo comentarios demasiado entusiastas, de hecho la ópera no fue muy popular, sin embargo, posteriormente los estudiosos comenzaron a valorar lo que esta obra representa desde el punto de vista lírico y la singularidad de la ópera en la perspectiva contemporánea.

La partitura esta estructurada sobre una densa orquestación donde aparecen las influencias de Philip Glass, pero también de la operística tradicional del siglo diecinueve y del veinte de Richard Strauss, incluso de Richard Wagner.

Se la inscribe en la tendencia musical «minimalista», pero cabe destacar la frondosa instrumentación orquestal, los ecos musicales de la vanguardia rusa, un tensión permanente que refleja el clima histórico y político y una visión existencial de los acontecimientos.

Aunque la concepción de la ópera se basó en abundante material documental, fotográfico, periodístico y testimonial, puesto que es un hecho histórico, ese archivo, sirvió de entramado de la producción. Cabe destacar, sin embargo, que el libreto rebasa la información y los datos para darnos, en el tercer acto, una visión filosófica de la realidad histórica. La poeta Goodman ingresa en el mundo de las reflexiones íntimas de los lideres mundiales, de lo oculto en las decisiones de los gobernantes.

El hecho de que el Teatro Real de Madrid presente esta ópera es significativo por la actualidad que ofrece en cuanto a los aspectos diplomáticos políticos y por la audacia de la concepción lírica. En Estados Unidos aun estamos esperando una nueva representación.

Joan Matabosch, el director artístico del Teatro Real, considera con acertada visión que la clave de la opera se encuentra en el tercer acto, cuando la radiografía del mediático evento, la ironía sobre el culto a la persona y la manipulación de la opinión pública en el contexto político, cede paso a la reflexión, al momento en el cual los lideres deben enfrentarse a la toma de decisiones y sus consecuencias. En un hábil increscendo de tensiones a través de las diversas escenas, se llega al término del viaje, y se llega también a las reflexiones sobre el evento histórico. Los personajes se encuentran en sus recámaras mostrando sus miedos, inseguridades y frustraciones, también sus deseos y visiones.

El interrogante cobra una vital importancia en la actualidad: «De todo cuanto hemos hecho, Qué fue realmente Bueno?»

El estreno en el Teatro Real de Madrid de la ópera en tres actos «Nixon en China», del musico Americano John Adams, cobra un nuevo sentido, tanto desde el punto operístico como de la actualidad histórica. Destacamos que es un producción del Teatro Real en coproducción con la Den Kongelige Opera de Copenhague y la Scottish Opera, y estará en escena entre el 17 de abril al 2 de mayo, en siete funciones únicas.

En la dirección musical de la ópera se alternarán, al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, la coreana Olivia Lee-Gudermann y el griego Kornilios Michailidis. Actuarán junto con los barítonos Leig Melrose (Richard Nixon), Jaques Imbrailo (Chou En-Lai) y Borja Quiza (Henry Kissinger), las sopranos Sarah Tynan (Pat Nixon) y Audrey Luna (Chiang Ching, Madame Tse Tung), el tenor Alfred Kim (Mao Tse Tung) y las mezzosopranos Sandra Fernández (Nancy Tang, primera secretaria), Gemma Coma-Albert (segunda secretaria) y Ekaterina Antipova (tercera secretaria).

Actividades paralelas:

  • 16 de abril a las 12:00 y a las 17:00 horas. Teatro Real, Sala Gayarre: Talleres Musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios.
  • 18 de abril a las 19:30 horas. Teatro Real. Sala Gayarre: Coloquio en torno a la visita de Nixon a Mao. Participan Carmen Noheda (Universidad de Sussex), Emilio de Miguel, embajador para Indo Pacific y director de Casa Asia en Madrid, y Jose María de Areilza Carvajal, secretario general de Aspen Institute España. Acceso gratuito con Inscripción.
  • 18, 19, 20 y 25 de abril. Museo Nacional Thyssen –Bornemisza: 18 de abril a las 11:30, 19 de abril a las 18:00 , 20 de abril a las 11:30 y 25 de abril a las 18:00 horas, El Viaje: recorrido guiado por las colecciones en torno a la experiencia del viaje.
  • 19 de abril a las 19:00 horas. International Institute. Conferencia en inglés: Contradiction and performance in the career of Richard Nixon: perspectives on a historical giant.
  • 25 de abril a las 19:00 y 21:00 horas. Fundación SGAE. El Minimalismo: un soplo de aire fresco en los años ochenta. Selección de filmes de Pere Portabella, con banda sonora original de Carlos Santos.
  • 26 de abril a las 20:30 horas. Fundación SGAE. Concierto: Minimalismo de palabras, metales, armónicos y actitudes. Por Llorenc Barber, músico y compositor.
  • 27 de abril a las 20:30 horas. Fundación SGAE. Conferencia y concierto Poiemusia. La Nau dels Argonautes. Una nave sigue navegando. Participan: Pep LLopis (conferencia: piano y electrónica) y Toni Aparisi (danza).
  • 27 de abril de 10:00 a 14:30 hs. Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Seminario: Música y política. Reverberancias en las esferas. Entrada libre.
  • 27 de mayo a las 19:30 horas. International Institute. Concierto: Liquid Soundscapes, música minimalista Americana. Obras de John Cage, Philip Glass, Steve Reich y Paul Lansky.
  • Más información en la página web del Teatro Real.

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