
«Never Alone (Nunca más)» pero también «nunca solos», es el nuevo largometraje del prestigioso cineasta finlandés Klaus Härö («La clase de esgrima», «Cartas al padre Jacob», «El artista anónimo»).
Basada en hechos reales, es una adaptación del libro «Tío Stiller», del periodista finlandés Rony Smolar, y transcurre en Helsinki entre 1938 y 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, y cuenta una historia desconocida, conmovedora y profundamente actual.
Desgraciadamente, la cuestión judía continúa de actualidad en los países nórdicos, y especialmente en Suecia, donde algunas escuelas judías se han visto obligadas a poner cristales anti balas en sus ventanas.
Inspirada en la vida real de Stiller —hermano del legendario cineasta Mauritz Stiller, descubridor de Greta Garbo—, «Never Alone (Nunca más)[1]» retrata la tensión entre la razón de Estado y la humanidad.
Mientras Finlandia mantiene una peligrosa alianza con la Alemania nazi, Abraham Stiller, empresario judío y figura clave de la comunidad hebrea finlandesa, descubre que los servicios de seguridad de su país están entregando en secreto a refugiados judíos a la Gestapo. Solo, desarmado y guiado por su conciencia, inicia una lucha a contrarreloj para detener esas deportaciones encubiertas.
El drama de «Never Alone (Nunca más)[2]» –contado a base de flashbacks basándose en la entrevista hecha por un periodista en los años 1970- se centra en Abraham Stiller, un respetado empresario, propietario de una tienda de confección, y una pareja austriaca de judíos jóvenes, Georg y Janka Kollman. Cuando algunos de sus empleados se convierten en objetivo de la policía intenta por todos los medios impedir que les detengan. Finlandia no estaba ocupada por los nazis pero algunos responsables políticos se plegaban a sus exigencias.
Stiller se niega a creer que puedan deportarlos: «Estamos en Finlandia, no en Alemania», asegura convencido de que no existe peligro. Ni siquiera sus discusiones con el director de la policía estatal finlandesa, conocido antisemita y pro nazi, le convencen de lo que puede llegar a ocurrir.
«Never Alone (Nunca más)» es el proyecto más personal y ambicioso de Klaus Härö, perteneciente a minoría finlandesa de habla sueca, quien ha trabajado durante más de quince años en el desarrollo de esta película. «Su mirada —sobria, empática y comprometida— ha sido elogiada internacionalmente por mostrar el lado más íntimo de los grandes conflictos del siglo veinte».
Con cuatro películas seleccionadas por Finlandia para representar al país en los Oscar, Härö es uno de los cineastas nórdicos más reconocidos de su generación. En palabras del propio director: «El cine puede hacernos más sabios, si nos ayuda a entender mejor a los demás».
Es la primera vez que el cine finlandés aborda el tema del colaboracionismo con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El productor Ilkka Matila, considera que se trata de una historia demasiado dolorosa para que la sociedad se atreva a hablar de ella públicamente. Además, añade, «se trata de un relato con una inmensa resonancia contemporánea. Las cuestiones abordadas hoy son las mismas que en la película».
- «Never alone (Nunca más)», se estrena en los cines madrileños el viernes 8 de agosto de 2025.
- Nunca Mas (Never Alone) es la consigna que, a lo largo del pasado siglo veinte han repetido, como un mantra que alejara a los demonios, los pueblos que conocieron el horror y las injusticias de una guerra, o sea la parte de Europa invadida y sometida a la locura de Hitler, unas porciones importantes de Asia que defendieron su territorio y su cultura frente al invasor que fue Estados Unidos y su potencia nuclear. Y España, el país que saltó sin solución de continuidad de la guerra a una dictadura de cuarenta años.
Y «Nunca más» repiten ahora los ciudadanos ucranianos, invadidos por el ejército ruso que responde a los mandatos de Vladimir Putin, esa especie de sátrapa que predica el comunismo de figuras históricas incontestables como Lenin y practica el capitalismo más despiadado, el que consiste en que «el jefe» acumule poder, riqueza, mansiones, mujeres e hijos (algunas de estas categorías en modo clandestino), al tiempo que censura, persigue, detiene y literalmente elimina a quienes le critican o le plantan cara, con la ayuda de sicarios que les hostigan hasta el último rincón del planeta, si fuera necesario, para hacerlos desaparecer, mayoritariamente asesinándolos pero también enviándoles a pudrirse en prisiones siberianas cuya existencia ignora el resto del mundo.
«Nunca más» susurran en Gaza las mujeres y los hombres palestinos que, en un entorno postapocalíptico asisten al insoportable espectáculo de ver a sus niños morir de hambre en silencio, mientras los adultos se desmayan víctimas de las mismas carencias en el genocidio planificado por Netanyahu, dirigente israelí animado por una sed de venganza y por la intención de aplazar sine die los juicios que le esperan por varios delitos de corrupción.