Un estudio de Naciones Unidas muestra «regresiones indiscutibles» en las vidas de las mujeres y las niñas -en cuanto a ingresos, seguridad, educación y salud-, que han empeorado por las crisis mundiales, señala Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, informa la IPS.
Según esta directora de la agencia de las Naciones Unidas para la igualdad de género y empoderamiento de la mujer, al ritmo actual de progresos, lograr la igualdad de género puede demorar hasta tres siglos: 286 años para cerrar las brechas legales y 140 para lograr la equidad en los puestos de poder y liderazgo en el lugar de trabajo.
Entre las crisis traducidas en desafíos se destacan la pandemia de la COVID-19 y sus impactos, el cambio climático y los conflictos violentos que agravan aún más las disparidades de género, según el estudio, eñaborado junto al Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.
Titulado «Progreso en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: La instantánea de género 2022», el estudio examina en clave de género la marcha hacia el cumplimiento de los diecisiete ODS en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Por ejemplo, ante el ODS 1, Fin de la Pobreza, y la meta 1.1, eliminar la pobreza extrema, contrasta la persistencia de 383 millones de mujeres y niñas que viven en extrema pobreza, más que los 368 millones de hombres y niños en esa condición.
El ODS 2, Hambre Cero, contrasta con que una de cada tres mujeres vive en ambientes de inseguridad alimentaria moderada o grave, y la inflación e interrupción de los suministros de alimentos en muchas áreas amenaza con agravar la situación.
En cuanto al ODS 5, Igualdad de Género, el análisis pondera datos como que una de cada diez mujeres y niñas padece violencia sexual o doméstica, y persiste la mutilación genital femenina, al punto de que en 2021 casi 4500 comunidades habían declarado públicamente su intención de suprimirla.
Al ritmo actual de progresos, subraya el informe, las reformas legales para eliminar las formas de discriminación sobre la mujer demorarían 286 años, y se requerirían otros 140 años para la igualdad en los puestos de liderazgo en el trabajo.
La igualdad en los asientos de los parlamentos aún puede demorar cuarenta años.
Si no se aceleran los cambios, los sistemas legales que no prohíben la violencia contra las mujeres, no protegen sus derechos dentro del matrimonio y en la familia, y los que no garantizan la igualdad de derechos de propiedad y control de las tierras, podrían seguir existiendo por muchas generaciones más.
Además, para erradicar el matrimonio infantil de aquí a 2030, el progreso debe ser diecisiete veces más rápido que el registrado durante la última década.
En el apartado de conflictos, la guerra en Ucrania empeora aún más la inseguridad alimentaria y el hambre, especialmente entre las mujeres y los niños, limitando el suministro de trigo, fertilizantes y combustible, e impulsando la inflación.
Hay numerosos otros conflictos armados, en África y Asia, y durante el año pasado cerca de 38 por ciento de los hogares dirigidos por mujeres en zonas de guerra padecieron una situación de inseguridad alimentaria moderada o grave, en comparación con 20 por ciento de los hogares encabezados por hombres.
El cierre de escuelas y centros preescolares de 2020 requirió 672.000 millones de horas extras de cuidado infantil no remunerado en todo el mundo. Suponiendo que la brecha de género en el trabajo de cuidados se mantuviera igual que antes de la pandemia, las mujeres habrían asumido 512.000 millones de esas horas
A nivel mundial, se estima que las mujeres perdieron 800.000 millones de dólares en ingresos durante 2020 debido a la pandemia y, a pesar de que hubo un repunte, se prevé que su participación en el mercado laboral sea menor en 2022 que antes de la pandemia (50,8 por ciento, comparado con 51,8 por ciento en 2019)
Actualmente hay más mujeres y niñas desplazadas por la fuerza que nunca: unos 44 millones a fines de 2021.
Más de 1200 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva (entre 15 y 49 años) viven en países y zonas con algún tipo de restricción en el acceso a abortos seguros.
«Es crucial que nos movilicemos ahora para invertir en las mujeres y niñas, y recuperar y acelerar el progreso. Cuanto más tardemos en revertir esta tendencia, más nos costará a todas y todos», dijo Bahous al concluir la presentación del informe.