El uso de la fuerza, las medidas abusivas y el odio hacia los afroamericanos, ha dado como resultado dos asesinatos en Estados Unidos por parte de las Fuerzas de Seguridad.
Por ello, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha pedido que se tomen las debidas medidas para detener estos asesinatos de forma que sea garantizada la paz y se imparta la justicia.
La larga lista de asesinatos de afroamericanos a manos de miembros de las fuerzas públicas no puede consentirse y por ello, deben cambiar los procedimientos, añade la mandataria, y establecerse sistemas de prevención, y sobre todos, que los agentes de policía que utilicen el uso excesivo de la fuerza, sean condenados por los delitos cometidos.
La justificación de dichos asesinatos no puede ser cuestionable y no debe resolverse como medida administrativa sino penal. En todo caso, también deben examinarse a fondo y reconocerse adecuadamente para ver si existe discriminación racial arraigada y generalizada en el país.
En el caso concreto de George Floyd, se resolvió como un incidente médico y se alegó que murió por un paro cardíaco por la ingesta de tóxicos que tenía en sangre.
De la misma manera, ha instado a los manifestantes a que protesten de forma pacífica y que no resuelvan los casos atentando contra los demás. Inflamar aún más la situación con el uso excesivo de la fuerza no mejorará las cosas.