El movimiento artístico De Stijl, con Mondrian a la cabeza, fue más allá de la pintura y ejerció una amplia influencia a lo largo del siglo veinte. Una muestra de su obra puede verse en el Museo Reina Sofía de Madrid.

Un cuadro de Piet Mondrian es un paisaje. Sus líneas negras, horizontales y verticales, sus rectángulos asimétricos, con los colores primarios, azules, rojos y amarillos, pretenden ser una representación de la naturaleza; eso sí, desnudada hasta el límite de la esencia, pura geometría.

No hay constancia de que esos paisajes, que deberían contemplarse con una predisposición favorable a la abstracción, sean percibidos de tal manera por una parte sustancial de los asistentes a la muestra del pintor holandés que ahora se puede visitar en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid. 

Neoplasticismo

El de Mondrian fue un viaje hacia la abstracción total. Estaba decidido a crear una escuela que defendiera la forma más pura de arte abstracto y se liberara de la imagen de las cosas según la naturaleza, incluso del color.

Su neoplasticismo, y lo que también denominó Pintura Real Abstracta, buscaba esa ruptura con respecto a las formas naturales, que se distanciara todavía más de las del Expresionismo, el Orfismo y el Cubismo, primeras vanguardias artísticas en aquellos inicios de siglo.

¿Pero qué le sucedió a este artista nacido en Holanda en 1872, que había estudiado en la Escuela de Bellas Artes de Amsterdam?.

Piet Mondrian era un pintor de paisajes naturalistas, en la línea de los estilos fauvistas y puntillistas, en boga en aquella época en el París de 1912, ciudad adonde se había trasladado desde su Amersfoort natal.

Al ver las obras cubistas de Georges Braque y Pablo Picasso, Mondrian decidió dar un vuelco total a su visión de la pintura tal y como la había concebido hasta entonces. En 1914 regresó a Holanda con la intención de ir más lejos que aquellos «cubistas», que habían iniciado la ruptura definitiva con la figuración.

Teorías y teosofías

Hasta el momento en que funda, junto a Theo Van Doesbourg, la revista De Stijl, Mondrian recibió las enseñanzas del teósofo M.H.J. Shoenmaekers, que había publicado en 1915 el libro La Nueva Imagen del Mundo. Conviene aclarar que en aquellos días, la «teosofía» y otros sistemas de filosofías y creencias pseudo religiosas atraían a algunos artistas de las vanguardias, como Wassily Kandinsky –autor de Lo Espiritual en el Arte– o Kasimir Malevitch. 

Estas teorías fueron recogidas, asumidas y aplicadas por Piet Mondrian, que fue publicando en los diversos números de la revista De Stijl: «La nueva imagen de la pintura –escribía– sigue siendo forma y color en su interiorización más profunda; la línea recta y el color plano siguen siendo medios de expresión de pintura pura».

También planteaba Mondrian en las páginas de De Stijl que «la pintura busca la liberación de lo individual, llegar a una expresión clara de lo universal y, en este sentido, es una imagen de la época de hoy, aunque se adelante a su época».

Silla de Brazos, 1918. Diseño de Gerrit Rietvelt.
Silla de brazos, 1918.

Más allá de la pintura

De Stijl («el estilo») se convirtió en pocos años en un movimiento artístico internacional, con contundentes aportaciones teórico/doctrinales, que ejerció una gran influencia más allá de la pintura.

Como expresión artística y conceptual ese «neoplasticismo» propuesto por Mondrian y Van Doesbourg, se trasladó a la Arquitectura y al Diseño. De hecho, algunos de sus miembros se dedicaban en la práctica a estas disciplinas. «La estética neoplástica –escribía Mondrian en 1922– se ha originado de la Pintura, pero una vez hecha concepto cuenta para todas las artes».

La Silla de Brazos, diseñada por Gerrit Thomas Rietveld en 1918, es un buen ejemplo de esta ampliación de miras y soportes. Era en efecto un «objeto abstracto», proyectado a base de líneas rectas y superficies de colores básicos, según los principios dictados por De Stijl.

En 1923, el artefacto se convirtió en Silla Roja-Azul que se asemeja a una obra de Mondrian pero tridimensional. Y un año después llegaría la Casa Schröeder, en Utrech, aplicando de nuevo los principios de De Stijl.

El «estilo» Mondrian

El impacto visual y estético de las obras de Piet Mondrian –de sus códigos de representación visual– y del «estilo Mondrian» traspasó ampliamente las barreras del arte expuesto en los museos y entró, décadas después, incluso en la Moda. En 1965, Ives Saint-Laurent, lanzó un vestido que seguía fielmente los bloques de colores primarios y las líneas rectas negras de la obra de 1930,  Composición con rojo, azul y amarillo.

En poco tiempo, todo se convirtió en Mondrian –escribía Tom Wolfe en 1965– desde las cajas de kleenex, hasta el diseño de la portada de Life, la diagramación de las páginas de los periódicos, los colores de los anuncios de los productos más diversos o de los automóviles. La más radical doctrina de la abstracción al servicio de la cultura de masas contemporánea.

EXPOSICIÓN EN MADRID

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