«Menudas Piezas»: en el ajedrez no importa si eres rey o peón

Inspirada en un caso real, con el ajedrez como telón de fondo, la película «Menudas piezas[1]», dirigida por el aragonés Nacho G. VelillaQue se mueran los feos», «Perdiendo el Norte», «Mañana es hoy») narra una historia de superación protagonizada por Alexandra Jiménez («La familia Serrano», «Innocnt», «Escándalo: Relato de una obsesión»).

Completan el reparto María Adánez («Pepa y Pepe», «Aquí no hay quien viva»), Francesc Orella («Toscana»), Luis Callejo («Tarde para la ira», «Erase una vez en Euskadi»), Miguel Rellán («El crasck», «Sentimos las molestias»), Alain Hernández («El fotógrafo de Maulthausen», «Solo») y José Manuel Poga («La trinchera infinita», «La fortaluza»); y un grupo de jóvenes intérpretes que debutan en este largometraje: Rocío Velayos, Pablo Louazel, Verónica Senra, Kiko Bena y Tuoxin Qiu.

En 2018, el director Nacho G. Velilla leyó que un profesor de Zaragoza había logrado convertir un grupo de alumnos de un barrio humilde de la ciudad en campeones de ajedrez, pensó que se trataba de una historia que merecía ser contada, sobre todo porque tocaba una de las grandes promesas de nuestras sociedades: que la educación y el esfuerzo pueden ser de gran ayuda para compensar las diferencias sociales.

Y de esa historia surgió la película «Menudas piezas» que tiene como personaje principal a Candela, profesora en un colegio privado de Zaragoza, quien cometió el error de pensar que el ascensor social solo funciona en la dirección de subida. Tras un traumático e inesperado divorcio, pierde su trabajo en el colegio y tiene que volver al barrio del que salió y pedir ayuda a su hermana y su padre, a los que lleva años mirando por encima del hombro.

Es hora de recolocar las piezas en el tablero, empezar de cero y buscar una segunda oportunidad. El único trabajo que encuentra es dar clases en su antiguo instituto a adolescentes con problemas de integración, reacios al estudio. Candela busca la solución en el ajedrez, con lo que consigue entusiasmar a sus alumnos.

Con ellos aprenderá que lo importante no es quién fuiste ayer, sino quién eres hoy; que un grupo de perdedores puede acabar ganando el campeonato de España; y que, frente a un tablero, como en la vida, todos somos iguales: no importa si eres rey o peón porque al final de la partida todas las piezas acaban en la misma caja.

La familia, las clases sociales, el papel de la educación, el potencial educativo del ajedrez… son algunos de los aspectos que aborda «Menudas piezas», para cuya realización el director, Nacho G. Velilla, consultó al profesor zaragozano Enrique Sánchez «Donen», el profesor «de verdad» que enseñó a jugar al ajedrez a los alumnos del colegio Marcos Frechín -un centro humilde situado en Las Fuentes, un barrio obrero de Zaragoza-, y que hace un pequeño «cameo» en la película.

Sánchez, cuya especialidad era Lengua y Literatura, empezó a jugar al ajedrez con los alumnos que se quedaban a comer en el centro, ante el incremento de los que se apuntaban creó un Club de ajedrez, más tarde se federaron …y así hasta lograr que cinco de los chicos se convirtieran en campeones de España de ajedrez, derrotando a treinta y ocho equipos de otros tantos centros, públicos y privados. Según el profesor Sánchez, no hay trucos para ganar al ajedrez, «pero si practicas mucho y alguien te enseña lo que debes hacer, progresas muy rápido».

En palabras del realizador, «con ‘Menudas Piezas’ no buscamos hacer una película sobre ajedrez. El eje principal es una historia de superación, una historia sobre unos personajes marginales que, en el marco de ese tablero de sesenta y cuatro escaques, luchan contra el destino que la sociedad les ha asignado y consiguen una hazaña extraordinaria. No hay nada que toque más el corazón que unos personajes comunes sobreponiéndose a situaciones extraordinarias».

  1. «Menudas piezas» se estrena en los cines de Madrid el viernes 12 de abril de 2024.
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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