Médicos Sin Fronteras (MSF) anuncia la reanudación de sus actividades de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central para salvar vidas de refugiados y migrantes que emprenden la fatídica travesía marítima desde Libia, indica la oenegé, que los argumenta como «consecuencia directa de las imprudentes políticas europeas de no asistencia en el mar, que están condenando a la gente a morir».

David Noguera, presidente de MSF, señala que desde 2015, los equipos médicos de MSF que trabajan en los barcos de búsqueda y rescate han asistido con horror a la tragedia humana que se vive a las puertas de Europa, con miles de personas ahogadas en el mar o devueltas por la fuerza a las espantosas condiciones de Libia. En esta ocasión, MSF fletará su propio barco, el Geo Barents, para rescatar a las personas en peligro y dar atención médica de urgencia.

Según los datos de MSF, en lo que va de 2020, más de quinientas personas han muerto al intentar cruzar el Mediterráneo central. El 22 de abril hubo otro trágico naufragio que se cobró la vida de al menos ciento treinta personas. Las que no mueren en el mar corren el riesgo de ser interceptadas frente a las costas libias por la guardia costera —que tiene el respaldo de la Unión Europea (UE)— y ser devueltas arbitrariamente a peligrosos centros de detención, donde quedan expuestas a riesgos que amenazan su vida, como malos tratos, violencia sexual, explotación e incluso la muerte.

«A lo largo de los años, los gobiernos europeos se han desentendido progresivamente de la búsqueda y el rescate proactivos en el Mediterráneo central, no han prestado asistencia a las personas en peligro y han obstaculizado deliberadamente, e incluso criminalizado, la tan necesaria labor de las ONG de búsqueda y rescate», denuncia David Noguera.

Añade que «estas políticas han abandonado a miles de hombres, mujeres y menores a la deriva en el mar, y los han condenado a morir ahogados en la frontera sur de Europa».

MSF pide a la UE que ponga fin a su apoyo a la guardia costera libia y a la devolución forzosa de personas a Libia: «No guardaremos silencio ante esta catástrofe de origen humano», explica David Noguera, para quien «el apoyo de la UE al negocio del sufrimiento debe cesar inmediatamente. Los Estados miembros de la UE deben garantizar la reanudación urgente de un mecanismo proactivo de búsqueda y rescate liderado por las autoridades en el Mediterráneo central».

Hasta el 13 de mayo 2020, cerca de trece mil personas han llegado a las costas italianas; al menos 555 personas murieron o desaparecieron mientras intentaban el peligroso viaje a través del Mediterráneo central. En ese mismo periodo, más de siete mil personas refugiadas y migrantes fueron interceptadas y devueltas por la fuerza a Libia a manos de la guardia costera libia, que recibe el apoyo de la UE.

MSF y el Geo Barents

Desde el inicio de las actividades de búsqueda y rescate en 2015, MSF ha destinado equipos médicos a bordo de siete barcos de rescate que, en ocasiones, operan las embarcaciones en colaboración con otras organizaciones. En total, los equipos de MSF han participado en 682 operaciones de búsqueda y rescate, y han prestado asistencia a más de ochenta mil personas.

El M/V Geo Barents ha sido fletado por MSF de Uksnøy & Co AS. Se construyó en 2007, anteriormente se utilizó como buque sísmico y navega bajo bandera noruega.

El buque se ha sometido a una serie de modificaciones necesarias para cumplir con los requisitos de búsqueda y rescate. La eslora total del buque es de 76,95 metros. Tiene dos cubiertas para las personas supervivientes: una para hombres, y otra para mujeres y menores. También dispone de una clínica, una sala de maternidad y una sala de observación para todas las actividades médicas que desarrollarán los equipos de MSF. El buque cuenta con dos lanchas rápidas de rescate (RHIBS) para botarlas durante las actividades de rescate.

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