Estos dos complejos vinícolas han sido seleccionados por World’s Best Vineyards entre los diez primeros de este año 2021. Marqués de Riscal ocupa el segundo puesto, y González Byass el noveno. El número uno es el argentino Zuccardi Valle, ubicado en Mendoza.

Los conceptos que incluye la selección tienen en cuenta aspectos como la arquitectura, la visita, el paisaje o la atención del personal. Desde hace tres años elabora con este criterio un listado de los 50 mejores destinos enoturísticos que, en esta ocasión, tiene a dos representantes españoles entre los diez mejores.

La lista World’s Best Vineyards tiene como objetivo resaltar la gran diversidad entre los destinos de enoturismo establecidos y emergentes, y la lista es votada por 600 expertos mundiales en viajes y vinos. 

Herederos del Marqués de Riscal

Hotel de la bodega, diseñado por el arquitecto Frank Ghery

Fundada en 1858, aquí es donde se embotellaron los primeros vinos de Rioja, con la primera vendimia del entonces Marqués, en 1862. También es donde comienza la tendencia de cubrir las botellas de Rioja con malla dorada, los vinos de la finca se volvieron tan populares a principios del siglo XX que requerían una forma de sello para garantizar la autenticidad. 

Además, se puede atribuir a Marqués de Riscal la introducción de vinos blancos en la cercana provincia de Rueda y la ayuda a su elevación a la denominación de origen en la década de 1970; hay mucho que aprender y descubrir en esta tierra de aventuras de una bodega.

Los tintos se elaboran predominantemente a partir de la uva Tempranillo de la firma, algunos Graciano y otros también entran en una mezcla de rosados ​​veraniegos. Un rosado más robusto proviene de Castilla y León y los blancos de los viñedos familiares de Rueda, utilizando Verdejo y Sauvignon Blanc. Todos están pensados ​​para ser originales, frescos y fáciles de beber.

La visita a Marqués de Riscal cuenta con el atractivo de la obra que realizó el arquitecto Frank Gehry en 2006, caracterizada por paredes inclinadas, ventanas en zigzag, techos altos y mucho color en sus 61 habitaciones (incluidas 10 suites) que conforman el hotel de la cadena Marriot.

Estos dos mundos se combinan en el restaurante de alta cocina galardonado con una estrella Michelin, dirigido por el chef Francis Paniego.

González Byass, Tío Pepe

Bodega La Concha

Creado en 1841 por el fundador de González Byass y llamado así por su tío Joe, Tío Pepe comenzó como un fino blanco seco y ahora abarca una gama completa de jerez, además de brandis, vermús y vinagres añejos. Todos se producen en la gaditana Jerez de la Frontera, casa y homónimo de este vino cuidadosamente madurado.

Durante la mayor parte del siglo XX, las botellas de Tío Pepe fueron notoriamente adornadas con sombrero cordobés y guitarra, lo que apunta a una sensación de diversión y frivolidad que hace que la visita a sus bodegas sea tan irresistible. No solo para dar un paseo en el tren rojo en miniatura que lo transporta entre los sótanos o para espiar a los legendarios, pero enfáticamente reales, ratones borrachos, que suben escaleras de mano del tamaño adecuado colocadas por miembros del personal, para tomar un sorbo del dulce Pedro Ximénez en las tradicionales copas de jerez.

Tío Pepe produce jerez que abarcan todo el espectro, desde secos hasta deliciosamente dulces (el Pedro Ximénez se llama ‘Néctar’), además de rangos históricos que incluyen la línea ‘Vors’ (madurada durante más de 30 años) y ‘Finito’ (elaborado con barriles “olvidados” en las bodegas). Los brandis, los vermuts y los vinagres añejos exhiben el mismo e inimitable carácter.

Los recorridos privados llevan a través de los viñedos, la bodega, las salas de embotellado y las bodegas de envejecimiento del siglo XIX, que culminan con degustaciones de vinos y tapas para mostrarle al visitante exactamente cómo lo hacen los lugareños.

Terraza del hotel

Para completar la oferta, Tío Pepe abrió el año pasado lo que podría ser el primer hotel de jerez del mundo, situado en el corazón del casco antiguo de la ciudad. Cuenta con 27 habitaciones y suites decoradas con líneas blancas limpias, con colores acentuados para contrastar las viejas vigas de madera en los techos.

Concha Moreno
Periodista. Tras más de 30 años en el sector de la construcción en una publicación para profesionales, me dediqué al mundo de la solidaridad a través de un partido político, ocupándome de la comunicación. Esa época determinó el comienzo de un camino dirigido a la defensa de los derechos humanos, a la denuncia. Poco después me instalé en México. Publiqué en un par de periódicos y en una revista literaria, donde edité poesía. A través de Periodistas en Español comencé a relatar lo que sucedía allí. Tras siete años de estancia en el país azteca, en 2018 regresé a España.

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