La Universidad de Alcalá de Henares (UAH) ha revivido este 25 de noviembre de 2023, cuando han pasado 399 años y a través de una obra de teatro, la historia que desembocó en la primera condena por violencia de género en España firmada por su rector, Álvaro de Ayala.

La representación teatral, que se enmarca dentro de la conmemoración de los veinticinco años de la UAH como patrimonio de la Humanidad, ilustra la vida de Francisca de Pedraza, una mujer del siglo diecisiete que denunció en reiteradas ocasiones a su marido acusándolo de malos tratos.

Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra este sábado, la Universidad de Alcalá ha querido escenificar una historia poco conocida que forma parte de su patrimonio y que, desgraciadamente, se sigue repitiendo en la actualidad.

La historia de Francisca de Pedraza se remonta al primer tercio del siglo diecisiete cuando, tras varias denuncias infructuosas por violencia doméstica ante las autoridades eclesiásticas de Alcalá de Henares, la víctima acudió ante la jurisdicción del rector Álvaro de Ayala, quien falló a su favor.

Esta sentencia fue pionera en el país y marcó un antes y un después en la protección de la mujer al condenar al acusado con una orden de alejamiento, la separación de bienes, la indemnización por los daños causados y la disolución de su matrimonio en contra de los fallos previos de los tribunales de la iglesia.

Cuatros siglos más tarde, la Universidad de Alcalá recupera esta historia para contarla como nunca se contó en su momento: en una obra de teatro propia de aquella época al estilo del teatro del Siglo de Oro y representada en el Paraninfo de la Universidad por la que pasaron Góngora, Quevedo y Lope de Vega, entre otros genios de la cultura española.

Sin embargo, la historia de Francisca de Pedraza no es cosa del pasado y la dramaturgia de César Barló -sobre una idea original de la agencia creativa Ernest- da un giro inesperado cuando la protagonista, encarnada por la actriz Paula Susavilla, da un salto en el tiempo y en el espacio y se convierte en Mari Carmen, otro personaje real, una mujer de 39 años asesinada a principios de este año por su marido en un pequeño pueblo del interior de España.

Con este paralelismo entre Francisca de Pedraza y Mari Carmen -una víctima real de violencia de género- la obra transmite una poderosa denuncia sobre la violencia que siguen padeciendo muchas mujeres a día de hoy.

José Vicente Saz, rector de la Universidad de Alcalá, declaró ante los medios que estamos ante «una sentencia absolutamente novedosa» de hace cuatrocientos años «pero que también lo hubiera sido hace cincuenta. Merecía pena recordarla en este año en el que la Universidad cumple veinticinco años como patrimonio mundial de la Humanidad».

Paula Susavilla, quien encarna en la escena a Francisca de Pedraza, recordó que fue «una mujer valiente, que decidió verbalizar el maltrato que estaba sufriendo. La podemos considerar como la primera mujer que denunció a su marido y tras varios juicios consiguió separarse de él», subrayó.

y concluye que «es muy difícil enfrentarse a esto sola, aunque se sufra sola. La lección que nos da Francisca es que hay que apoyarse en las personas, en la justicia. Pese a llevarse muchos noes, la escucharon pero no la comprendieron. Sí que entendieron que la maltrataban pero la volvían a meter en casa. Ella necesitaba a alguien con poder para ayudarla y esa persona fue el rector Álvaro de Ayala».

DEJA UNA RESPUESTA

Escribe un comentario
Escribe aquí tu nombre