Andrea Blandín

En los últimos años, la plantilla del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) ha ido perdiendo personal, lo que ha motivado innumerables protestas protagonizadas por todos los sindicatos del sector. CSIT Unión Profesional defiende que los contratos de trabajo firmados como refuerzo por la COVID-19 deben de formar parte de la plantilla estructural.

Por ello ha firmado, junto a los otros sindicatos, en la Mesa Sectorial de Sanidad, un acuerdo para la renovación, hasta el 31 de diciembre del 2020, de todos los efectivos que han estado contratados durante la pandemia.

La situación de emergencia y presión asistencial generada por el coronavirus hizo que el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) adoptase unas medidas extraordinarias para garantizar los sanitarios suficientes que pudieran atender a todas las personas afectadas por la pandemia.

Rectificación

Tras la presión efectuada por los sindicatos, que detectaron la cancelación de contratos a sanitaros antes incluso del tiempo estipulado, la Consejería de Sanidad rectificó su decisión de rescindir contratos y ha reconocido, en el seno de la Mesa Sectorial, la necesidad de renovar hasta final de año a los más de diez mil profesionales de distintas categorías sanitarias y no sanitarias contratados como refuerzos.

De esta manera, se podrá afrontar la fuerte presión asistencial, la reorganización de los centros para seguir atendiendo a pacientes de COVID-19 y el retorno del resto de la atención sanitaria, según el sindicato.

Las organizaciones sindicales esperan que la Consejería de Sanidad cumpla este compromiso, aunque se muestran cautos, puesto que en la reunión se les informó de que los contratos que se firmaron por la COVID-19, se renovarán «en función de la presión asistencial que tengan los centros y de la situación epidemiológica del momento».

Inicialmente la mayoría de estos contratos se hicieron con fecha de vencimiento en los meses de mayo y junio y, se comunicó que «en el momento de su fecha de finalización se analizaría la situación existente».

CSIT Unión Profesional recuerda que si hubiese repuntes de la actividad asistencial antes de final de año, posiblemente sería necesario otro incremento de la plantilla, además de los diez mil contratos comprometidos.

Necesidad sanitaria

Uno de los efectos de la pandemia es la acumulación y el incremento de actividad asistencial derivada de los seguimientos de las altas hospitalarias, rastreo de casos, realización de test a pacientes, listas de espera quirúrgica y diagnóstica, realización de pruebas de diferentes patologías, etcétera.

La medida de ampliar la duración de los contratos facilitará reforzar servicios y unidades, cubrir las bajas de los trabajadores contagiados, garantizará sus descansos, etc.; además de que el acuerdo permite conservar los puestos de trabajo para afrontar la actividad sanitaria que pueda surgir en los siguientes meses. 

Por otro lado, la sobrecarga de trabajo actual se suma a la adaptación de los profesionales a la nueva organización de la asistencia sanitaria en los hospitales, centros de salud y Summa 112, porque en todos los circuitos sanitarios la Consejería de Sanidad se enfrenta a la obligatoriedad de establecer un doble circuito: de limpio y zona COVID, que van a dificultar la organización tradicional.

Fase 0

Precisamente la imposibilidad, por falta de personal y medios, para garantizar un adecuado seguimiento de contagios y rastreo de nuevos casos desde los centros de atención primaria de la Comunidad de Madrid, ha sido uno de los aspectos técnicos por los que el Ministerio de Sanidad ha denegado a Madrid el pase a la siguiente fase, decisión con la que se ha mostrado en desacuerdo el gobierno regional.

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