Isabel Vilabella[1]
Los datos tan malos de empleo y paro de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2020 están muy influídos por la COVID-19, pero la Comunidad de Madrid no puede quedarse parada ante 54.500 personas que han perdido su empleo.
El dato que puede considerarse más preocupante es la pérdida de empleo indefinido, que se ha reducido un 3,62 por ciento en Madrid en este trimestre.
Las personas que se han visto más dañadas este trimestre por el paro, son jóvenes menores de 34 años (164 800 personas, que es el 38,54 por ciento de todas las personas paradas en la Comunidad de Madrid ), y personas de origen extranjero (que alcanzan un tasa de paro del 23,55 por ciento), que trabajaban en el sector servicios con contratos temporales.
Los contratos temporales han tenido una caída importante, en comparación con el trimestre anterior en 115 300 contratos, (-20,80 por ciento), mientras que los indefinidos han disminuido en 82 mil contratos (-3,62 por ciento).
La bajada de la ocupación en la Comunidad de Madrid, y en el resto del país, se ha traducido principalmente en un aumento del número de inactivos, fundamentalmente debido a la dificultad sobrevenida de buscar empleo en una situación de confinamiento. La ocupación ha descendido en la Comunidad de Madrid en 184 400 personas en comparación con el trimestre anterior. Es probable que muchas personas que hayan perdido su empleo se hayan clasificado como inactivos debido a que no han podido cumplir con las condiciones de búsqueda de trabajo en esta situación excepcional.
Una de las medidas de choque que ha servido como contención para evitar, en una parte importante, la destrucción de empleo, han sido los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). El uso de esta medida presenta en la Comunidad de Madrid, a fecha 27 de julio de 2020, un total de 535 796 personas en esta situación.
Los sectores de actividad afectados son fundamentalmente Comercio al por mayor y al por menor, hostelería y otros servicios (estos tres sectores suponen el 48 por ciento del total). El total de empresas acogidas a este sistema de protección son 70 560, de las que 65 979 son empresas con hasta diez trabajadores (93,50 por ciento del total).
Los datos de la Comunidad de Madrid reflejan que el sector servicios no soporta las crisis, por lo que habría que reactivar el sector industrial y que la Comunidad de Madrid sea el «cerebro» de Europa, puesto que tiene grandes centros de investigación, grandes universidades y grandes hospitales.
Para que así sea, hay que invertir. Reconocer a las personas que participan en investigación y desarrollo, también mejorando sus salarios, y hacer que retorne el talento que se ha ido a otros países por falta de oportunidades en España.
Es más importante que nunca la formación profesional, incluida la formación continua, además de la alfabetización digital.
Estamos en el momento idóneo para hacer el cambio de modelo productivo, reforzando los servicios públicos y con una transición justa en el empleo.
Desde UGT Madrid, ante la desaceleración de la actividad y el empleo exigimos medidas de protección social a las personas que han perdido el empleo, que no puedan acceder al empleo o que no puedan encontrarlo. Se ha avanzado con la implantación de del ingreso mínimo vital, pero también es necesario apoyar a las empresas, en especial a las PYMES para contener la destrucción del tejido productivo y del empleo.
- Isabel Vilabella es secretaria de Relaciones Laborales y Formación de UGT Madrid