Los cascos burbuja, ¿la nueva normalidad?

Paula Maddox

Desde que se hiciese obligatorio el uso de mascarillas en el transporte público, cientos de profesionales han estado trabajando en la producción de equipos de protección más modernos, más seguros y más accesibles para todos. De ahí surge la idea de Plastique Fantastique, quienes han adoptado un enfoque diferente a la máscara facial tradicional.

Dirigido por Marco Canevacci y Yena Young, este colectivo de arte, con sede en Berlín, ha querido presentar una propuesta única inspirada en los cómics de ciencia ficción de los años 50 y en las creaciones de los movimientos utópicos de los años 60.

Apodados como iSphere, estos ‘cascos burbujas’ responden al mandato alemán por el que, desde el pasado 27 de abril de 2020, es obligatorio cubrirse la boca y la nariz mientras se usa el transporte público.

Si bien en un principio puede parecer un objeto extraño, uno de los factores que más ha llamado la atención del público es que es un proyecto de código abierto. Es decir, que con el material adecuado, lo puedes fabricar en tu propia casa.

«Lo puedes fabricar tú mismo»

«Cualquiera puede descargarse la plantilla del diseño a través de la página web y hacer su propia esfera en casa en aproximadamente treinta minutos. Además, el coste del material no es superior a veinte euros, lo que hace que este proyecto sea una opción económica para quien lo necesite», explican desde el colectivo.

Así mismo, por la sencillez de su diseño, estos cascos burbujas se pueden personalizar según las necesidades o gustos de cada persona: «se le puede incluir desde una sombrilla, un micrófono integrado, un altavoz o incluso un tubo respirador».

El coronavirus ha cambiado las relaciones entre nosotros, afectando a nuestra percepción de la realidad tal y como la conocíamos antes. En estos momentos de encierro, las dudas sobre cómo será la vuelta a la normalidad y los efectos que provocará esta privación del contacto físico son cada vez mayores, por lo que iSphere se presenta como una nueva alternativa que nos permitirá abordar la situación de una forma más creativa y divertida.

Además, mientras no se consiga erradicar completamente el virus, este objeto nos facilitará «andar libremente no solo por el transporte público, también por la calle, sin el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el aire y los fluidos humanos».