Luis Arencibia, recientemente fallecido, fue el hombre que dibujo el aspecto actual de Leganés. Prácticamente no hay una plaza de Leganés donde no esté su huella. Bien directamente con trabajos salidos de sus manos o bien mediante trabajos que llegaron hasta la ciudad a través de sus contactos con el mundo del arte.

Gracias a sus relaciones llegaron a Leganés obras de Pepe Hernández, Pepe Viera, Fernando Bellver, Alfredo Alcaín, Manuel Alcorlo, El Roto, Ana Juan, Isabel Muñoz, Amalia Avia o Carmen Pagés. Algunas de las esculturas más espectaculares que presiden las plazas y parques de Leganés son suyas. El caballo del agua, La sirena de la Plaza de la Inmaculada, El Hidrófobo, El reloj de sol son imágenes hoy día icónicas de la ciudad.

Leganés, Luis Arencibia, Caballo del agua
Leganés, Luis Arencibia, Caballo del agua

Nacido en Telde, en la isla de Gran Canaria, donde también se exponen numerosas obras suyas, e hijo del gran pintor José Arencibia, Luis llegó a Leganés como trabajador del Ayuntamiento a principios de la década de los setenta. Militante comunista en esa época, contribuyó con su lucha a la llegada de los ayuntamientos democráticos. En 1984 fue nombrado director del Área Artística municipal. Desde ese puesto impulso el desarrollo cultural de la ciudad con la creación, por ejemplo, del Museo de Esculturas de Leganés, un espacio al aire libre donde es posible contemplar las obras de algunos de los mas destacados escultores de nuestro país.

Inicialmente volcado en la pintura, Luis Arencibia se dedicó posteriormente con más dedicación a la escultura, especialmente a la escultura de grandes dimensiones. Pero también fue escritor y publicó dos libros de cuentos «San Juan Bicéfalo» y «El discurso del cuerdo».

Sus obras se encuentran en numerosos museos y edificios públicos como el Senado, la Biblioteca Nacional, la fundación Juan March, el museo del Grabado, la Casa de la Moneda, el Museo Postal de Estrasburgo, el Museo León y Castillo y otros muchos.

Precisamente en uno de los edificios donde desarrollo su arte, la Ermita Nuestra Señora de Butarque en el barrio de San Nicasio, donde realizó el retablo de bronce fundido que preside el templo, se presentó el programa de actos que constituirán el homenaje y que incluye,  a lo largo de los meses de marzo, abril, mayo y junio exposiciones en cuatro de los centros culturales cuyo funcionamiento impulsó, visitas guiadas a su obra, tres conferencias en la Biblioteca Central de Leganés a cargo de especialistas en los distintos temas por los que se interesó artísticamente Luis Arencibia.

Uno de esos temas fundamentales fue la locura. Atraído por el mundo encerrado en el famoso manicomio de Leganés por el que pasaron artistas como Blas de Otero o Leopoldo María Panero, Luis Arencibia hizo un elevado numero de retratos de los pacientes que se hallaban encerrados en el edificio. 

El homenaje ha sido elaborado conjuntamente por la plataforma ciudadana que se ha creado al efecto y por el Ayuntamiento de Leganés. Presentaron el acto de apertura la viuda de Luis Arencibia, Luz Mari Blanco, acompañada por el amigo del artista Eugenio Villarreal y el alcalde Santiago Llorente. Una forma de pagar el lujo que supuso para Leganés tener un vecino como Luis Arencibia. 

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