El Parlamento Europeo (PE) se propone impulsar iniciativas que ayuden a las pequeñas y medianas empresas a hacer frente a la crisis y al doble reto de la digitalización y la descarbonización, al conocerse datos de cómo la crisis de la COVID-19 ha impactado en los pequeños negocios, mediante medidas que permitan agilizar la burocracia e impulsar su resiliencia.
Las pymes son la columna vertebral de la economía: veinticiatro millones de pequeñas y medianas empresas representan el 99 por ciento del tejido empresarial de la Unión Europea (UE). Antes del comienzo de la pandemia, generaban más de la mitad del PIB de la Unión Europea y empleaban a unos cien millones de trabajadores.
El informe del Parlamento destaca la necesidad de actualizar la estrategia para las pymes de la Comisión Europea tras el efecto de la pandemia, ya que fue publicada el 10 de marzo de 2020, un día antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la alerta de pandemia por Covid.
Algunas de las propuestas de la Comisión tienen como objetivo mejorar el acceso de las pymes a los mercados fuera de la UE y ampliar el programa Erasmus para jóvenes emprendedores, que permite a los aspirantes a emprendedores aprender de empresarios con experiencia de todo el mundo.
Los eurodiputados también piden que se alinee la estrategia para las pymes con la estrategia industrial, la estrategia europea de datos y el Pacto Verde Europeo, con el fin de involucrar y apoyar activamente a todas las pymes en la transición hacia una Europa más verde y digital. Las pequeñas empresas son esenciales para la competitividad europea, así como para los ecosistemas industriales, la soberanía económica y tecnológica y la resistencia frente a las conmociones externas.
Sectores como el turismo, la hostelería, la cultura, el transporte, las ferias y los eventos, que están compuestos en su mayoría por pymes, han sido los más afectados por la crisis del Covid.
Se necesita menos burocracia
Las pequeñas y medianas empresas necesitan más recursos para hacer frente a los complejos requisitos burocráticos. El exceso de carga administrativa y regulatoria obstaculiza su capacidad de crecimiento, según los eurodiputados, que piden establecer una hoja de ruta con objetivos concretos y vinculantes para mejorar la regulación y simplificación de los procesos.
Las cargas administrativas excesivas afectan al potencial de los pequeños negocios en toda la Unión Europea: según la Encuesta Empresarial 2019 de Eurochambres, los procedimientos administrativos representan un reto importante para al menos el 78 por ciento de las pymes.
De hecho, las complejas formalidades con las que tienen que lidiar, en particular las microempresas, dificultan la obtención de liquidez para su funcionamiento básico. Los eurodiputados ya expresaron su preocupación por las dificultades para acceder a las líneas de financiación del BEI y abogaron por una relajación de las normas de la UE sobre ayudas estatales de forma temporal.
Centrarse en la innovación y el acceso al mercado
El PE también quiere que se tenga en cuenta a estas empresas en las inversiones destinadas a la innovación. Esto incluye la necesidad de desarrollar iniciativas piloto dirigidas a acelerar la adopción de soluciones de comercio electrónico por parte de las pymes, ya que la pandemia les ha empujado hacia modelos de negocio digitales. Hasta ahora, solo el 17 por ciento de las pymes ha conseguido digitalizarse con éxito. Necesitan apoyo para aprovechar las oportunidades de innovación y maximizar las sinergias con los programas de la UE.
Los eurodiputados piden a la Comisión y a los Estados miembros que inviertan en: economía de datos, Inteligencia Artificial, producción inteligente, Internet de las cosas (IoT) y computación cuántica; garantizando un fuerte componente de pymes en estos campos.
Actualmente, alrededor de seiscientas mil pymes exportan fuera de la UE. Las empresas que buscan acceder al mercado global solo mejorarán su competitividad si reciben apoyo tanto a nivel local como internacional, según los miembros del Parlamento.