La Unión Europea ha suspendido la financiación a un proyecto de World Wildlife Fund que pretendía crear un área protegida en la cuenca del Congo, después de que varias investigaciones confirmaran un patrón persistente de abusos contra los «pigmeos» bakas que viven allí, y revisará el apoyo a otros parques en la cuenca del Congo después de aceptar denuncias de Survival International. 

La ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) opera en la cuenca del Congo desde hace más de veinte años, apoyando a patrullas antifurtivos que han cometido violentos abusos contra los pueblos indígenas.

En febrero de 2020 Survival se reunió con el equipo de la Comisión Europea encargado del proyecto, y puso de relieve que la oenegé nunca había contado con el consentimiento de la población local, por lo que iba en contra de los compromisos de la propia CE para que el proyecto siguiera adelante. 

La suspensión del apoyo de la UE al proyecto no tiene precedentes y significa una gran victoria para los bakas, que siempre han mostrado oposición a su desarrollo. 

Habitantes locales sostienen un cartel que dice 'No al parque', en referencia a Messok Dja. © Survival
Habitantes locales sostienen un cartel que dice ‘No al parque’, en referencia a Messok Dja. © Survival

Fiore Longo, quien dirige la campaña de Survival #DecolonizeConservation (Descolonicemos la conservación), señala que «los bakas han habitado esta tierra desde tiempos inmemoriales. Nunca aceptaron ceder ninguna parte de ella para el proyecto de WWF. Sin embargo, han sido excluidos e intimidados de su uso durante años».

Añade que «esto ha puesto en marcha la destrucción de sus comunidades y de su forma de vida, lo que significa que es demasiado tarde para obtener su consentimiento previo y hace imposible que el proyecto pueda seguir adelante, o que sea financiado, sin violar los compromisos de la CE y las normas y políticas de derechos humanos de Naciones Unidas».

Y concluye que «estamos satisfechos de que la UE haya reconocido finalmente las nefastas consecuencias de este terrible proyecto. Ahora deben descartarlo por completo. Es fruto del peor tipo de conservación colonial que les ha robado su tierra a los bakas, expulsándolos de ella y abocándolos a una vida de miseria. Las selvas de la cuenca del Congo solo estarán protegidas si se trabaja con los propios bakas, y se les escucha de verdad, y no actuando como una potencia colonial del siglo diecinueve».

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