La Dirección de Konecta BTO conoció la noche del 16 de marzo que, al amparo de la decisión del comité de empresa, se había tomado la decisión de desalojar todos sus centros de trabajo de Madrid, por no cumplir la Ley de Prevención de Riesgos laborales y exponer a su plantilla, más de 5000 personas en Madrid, a contagio por el Covid-19.
El Comité de Empresa, junto a las secciones sindicales de CGT, USO y SO, le dieron a la empresa un plazo hasta las 23:59 del 17 de marzo y, en el día de ayer, 17 de marzo de 2020, la autoridad laboral, dentro del plazo de las veinticuatro horas, le exigió a Konecta que tomara medidas de manera inmediata para resolver el problema de salud que existía, y solicitó a los delegados de prevención de riesgos laborales (PRL) que indicaran si se cumplía ese requerimiento en un plazo de dos horas.
En la tarde de ayer, tras visitar todos los centros de trabajo, la totalidad de los delegados de PRL y las secciones sindicales de CGT, USO y SO, que cuentan con veintiún miembros de los treinta y uno que tiene el comité, indicaron a Inspección que la empresa no cumplía.
El Grupo Konecta sabía las consecuencias que tenía incumplir, entre otras cuestiones, la distancia entre personas trabajadoras que le había indicado la Inspección de Trabajo, y en su respuesta transmitió que lo estaban intentando, pero que no podría lograrlo tan pronto.
La confirmación definitiva le llegó al comité de empresa cuando recibieron una notificación del presidente de la empresa, José María Pacheco, a las 22:40, reconociendo la situación y «prometiendo» cumplir durante el día siguiente las indicaciones de Sanidad: «Tomaremos las medidas para que a partir de mañana haya la distancia adecuada entre trabajadores».
El comité se personó en distintos centros de trabajo a las 00:00 de hoy 18 de marzo de 2020 para acreditar el cierre acordado, pero la empresa, de manera sorprendente, (no había avisado de sus intenciones), se declaró insumisa a la ley y a la Ley de Prevención, intentando seguir abierta, y confundiendo a la plantilla con órdenes en contra de lo decidido por el comité.
El propio director de RRHH, Jaime Castel, intentó convencer a la policía durante la madrugada de que la empresa iba a solucionar la situación, sin ningún éxito.
Tras lo sucedido durante la madrugada, CGT cree que Konecta piensa que la declaración del estado de alarma es una oportunidad de negocio, y no asume la situación de grave riesgo para la salud de sus trabajadoras, mayoritariamente mujeres en jornada parcial, que existe en sus centros.
Muestra de esto es que no es un caso aislado. Esta misma empresa es reincidente y, durante el día de ayer, a instancia de la plantilla, la policía local de Bollullos de la Mitación (Sevilla) ya había clausurado las dos plataformas con las que cuenta la misma empresa en esa localidad, como consecuencia de «graves» incumplimientos de los protocolos preventivos orquestados para combatir la propagación del coronavirus Covid-19.