¿Cuántos años te separan del hambre?, creo recordar que te/nos preguntaba el escritor Manuel Vilas en su lograda Ordesa. Y esa pregunta me sirve para plantear la gran pregunta de estos días de zozobra, de bloqueo social, de miedo endémico, de pandemia y anestesia: ¿cuál es nuestro umbral de dolor ante el sucumbir de la economía y la extensión de la pobreza? (La pregunta cumple desde febrero de este año inhumano de 2020).

Para combatir un virus como este que ha multiplicado el uso de la palabra confinamiento necesitamos saber de cuánto es de lo que somos capaces de desprendernos. De cuánto de nosotros. De cuantos de nosotros. De qué. Cuanto más tienda a cero esa (in)capacidad de entender la pérdida, más hacia el infinito se alarga la debacle que encontraremos cuando todo esto acabe por el arte de la magia de la ciencia. (¿Qué esconde la ciencia, qué enseña?) La ciencia, que es todo lo que nos queda. Estamos perdidos. Como siempre lo estuvimos. Cientos de miles de años de derrota y extravío, de afán y supervivencia. Y el progreso asesinado por el siglo veinte y su tozudez de alambrada, que ya nunca volverá. Nunca daremos con él, con el progreso: la incertidumbre ha vuelto a apoderarse de todo el escenario de la comedia humana.

Nunca debimos permitir que lo que es de todos porque es necesario para cada uno se desmoronara cuando estaba empezando a ser algo grande, muy humano. Lo desmoronaran. Sin organización pública sanitaria todo lo que nos queda es mirarnos el ombligo y rezar a los científicos, porque desde que descubrimos que los dioses nos habían estado engañando nos hemos quedado solos con nuestro saber y nuestro olvidar. Un saber que, en España, sigue sin incluir saber contar nuestros muertos.

Más camas de hospital, más pupitres. Menos sueños: más verdad. Más realidad. El homo sapiens sapiens es un universo errático para el Homo sapiens sapiens. Siempre hemos puesto demasiada fe en lo que son capaces de hacer los gobiernos para regular o arreglar lo que los súbditos nos encargamos de procesar una y otra vez actuando antes de que ellos estén preparados para gobernar nuestras novedades.

Ya acabo. (Apocalípticos, siento decepcionaros.) Estoy de acuerdo con el filósofo Luis Roca Jusmet, para quien toda la problemática ética de los seres humanos puede resumirse en cómo interpretar el enunciado ‘Hace lo que puede’.

José Luis Ibáñez Salas
Editor de material didáctico para diversos niveles educativos en Santillana Educación, historiador y escritor. Director de la revista digital de divulgación histórica Anatomía de la Historia, es autor de El franquismo, La Transición, ¿Qué eres, España?, La Historia: el relato del pasado y La música (pop) y nosotros (publicados los cinco libros por Sílex ediciones), fue socio fundador de Punto de Vista Editores y escribe habitualmente relatos (algunos de los cuales han aparecido en el blog literario Narrativa Breve, dirigido por el escritor Francisco Rodríguez Criado) y artículos para distintos medios de comunicación, como la revista colombiana Al Poniente o las españolas Nueva Tribuna, Moon Magazine y Analytiks. Tiene escrita una novela y ha comenzado a escribir otras dos.

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