España ha sido enmarcada dentro del Informe publicado por la Oficina de Investigación de Unicef-InnocentY como el sexto mejor país para ser niño, entre los treinta y ocho de la OCDE.
Según informa Servimedia, Países Bajos, Dinamarca y Noruega son los mejores lugares de la Unión Europea y la OCDE para ser niño aunque remarca los riesgos sustanciales debido a la pandemia por la COVID-19.
Bajo el título ‘Mundos de influencia: ¿cuáles son los determinantes del bienestar infantil en los países ricos?’, el trabajo emplea datos anteriores a la pandemia de Covid-19 y presenta una clasificación de acuerdo con la salud mental y física de los niños y el conjunto de destrezas académicas y sociales adquiridas.
Según estos, el suicidio, la infelicidad, la obesidad y la falta de habilidades sociales y académicas se han convertido en características demasiado comunes de la infancia en los países de ingresos altos, pese a los recursos de que disponen.
Por ello, los datos reflejan que, uno de cada tres niños y niñas en España (el 34%) de entre 5 y 19 años tiene sobrepeso u obesidad, y el 81,7% de los adolescentes de 15 años se sienten muy satisfechos con sus vidas, seis puntos por encima de la media (75,7%).
Por otro lado, la tasa de suicidio en España es del 2,6% entre adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años por cada 100.000 niños, una de las más bajas de Europa, donde la media se sitúa en 6,5%.
Respecto al desarrollo de las destrezas académicas y sociales de los niños y niñas en España también se encuentra en el tercio superior del ranking. Dos de cada tres adolescentes de 15 años – el 67%- tienen un dominio básico de comprensión lectora y matemáticas, y el 81% de los adolescentes de 15 años declara hacer amigos fácilmente (habilidades sociales). Esto pone de manifiesto que los niños y niñas sienten confianza en sus relaciones interpersonales.