La organización conservacionista independiente internacional WWF (del inglés World Wild Fund for Nature; en español, ‘Fondo Mundial para la Naturaleza’) ha publicado una comunicación en al que se opone a la subasta en la Sierra de la Culebra, Zamora, para cazar los «últimos doce trofeos de lobos de España», iniciativa que considera «una auténtica provocación por parte de la Junta de Castilla y León, a las puertas de que sea protegido y deje de ser especie cinegética en España».

La caza deportiva del lobo no sirve para reducir los daños a la ganadería o evitar el furtivismo, indica WWF en un nuevo informe ‘No a la caza del lobo’. Bajo el lema #NoSoyUnTrofeo, la organización lamenta que esta especie amenazada siga siendo cinegética en varias comunidades autónomas, que se autorice la muerte de hasta 154 lobos cada año y que incluso sea tratada como un trofeo comercial por el que se puede llegar a pagar más de 7.500€ en Reservas Regionales de Caza gestionadas por la propia administración de Castilla y León.

WWF pide que se suspendan estas subastas y la inclusión inmediata del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPE) para acabar con su caza deportiva e impulsar un nuevo modelo de conservación y gestión orientado a la coexistencia.

WWF explica que la decisión adoptada por la Junta Consultiva de la Reserva Regional de Caza «Sierra de la Culebra» de subastar la caza de doce lobos prevista para este año, se produce cuando es inminente la publicación de la inclusión del lobo en el LESPE por parte del Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico y con el acuerdo de la mayoría de las Comunidades Autónomas, lo que prohibirá definitivamente la caza deportiva de esta especie en España. 

Para WWF estas subastas para la caza de trofeo del lobo son «un auténtico contrasentido» que se justifica con el falso argumento de controlar los daños que causa la especie, ya que se producen en una Reserva donde precisamente el lobo coexiste con la ganadería sin causar daños significativos, donde abundan las presas naturales de la especie y donde el turismo de observación de lobos crece y cada vez es una fuente más importante de ingresos y de turismo rural.

El nuevo informe de WWF ‘No a la caza del lobo’ pone sobre la mesa el sin sentido que supone seguir permitiendo la caza deportiva de esta especie tan valiosa para los ecosistemas y la sociedad. En España se autoriza este tipo de caza deportiva de 154 lobos todos los años, con la única justificación de que es necesario controlar sus poblaciones para reducir daños a la ganadería. Sin embargo, este estudio pone de manifiesto que no existen argumentos científicos que apoyen este modelo de gestión y que, por el contrario, está científicamente demostrado que la caza del lobo no reduce ni los daños ni el furtivismo y, además, genera un impacto negativo en el equilibrio de los ecosistemas y perjudica a las empresas de turismo de naturaleza. 

La organización también denuncia que esta práctica, que solo se mantiene en las comunidades de Galicia, Castilla y León, La Rioja y Cantabria y que convierte a una especie protegida por la Directiva Hábitats en un trofeo, está impidiendo su expansión a ciertas zonas, por lo que el estado de conservación del lobo ibérico ha sido considerado como desfavorable por la Comisión Europea y, por tanto, España está incumpliendo la legislación europea.

Según este análisis de WWF, el coste de matar un lobo en España es muy variable y va desde los cero euros en Galicia, donde solo se autorizan batidas en determinadas zonas -si hay daños y tras solicitud previa-, hasta los más de 7500 euros que se puede llegar a pagar por esta caza de élite en ciertas Reservas de Caza de Castilla y León, donde en una superficie muy limitada se abate un gran número de lobos, llegando a representar el 32 por ciento del cupo de toda la región.

Es precisamente en una de estas Reservas de Caza, en la Sierra de la Culebra, donde se pretende subastar los ‘últimos doce trofeos de lobos de España’ en una puja con cantidades de partida de cerca de 3600 euros, a los que hay que añadir el precio del cobro de la pieza que se abona al matar al animal, que es de 2500 euros. 

En comunidades como Cantabria, La Rioja y el resto de Castilla y León, la actividad cinegética se dirige a jabalíes o ciervos, pero se aprovecha también para matar lobos. En estos casos, se prioriza dar facilidad para matar esta especie a través de la actividad cinegética regular de los diferentes cotos. Así en Cantabria o La Rioja los cazadores pagan el precio habitual por participar en estas batidas (que oscila entre los treinta y los doscientos euros).

WWF pide la inclusión urgente del lobo en el LESPE para que se deje de cazar lobos en España, como ya ocurre en el resto de Europa occidental donde está legalmente protegido y que se comience a conservar y gestionar la población española como una sola población, tal y como reclama la ciencia y la normativa europea.

Para ello, WWF está desarrollando la campaña ‘Yo defiendo al lobo’, -con cerca de cuarenta mil firmas- que ahora profundiza en la importancia de prohibir su caza como paso imprescindible para permitir el asentamiento y la dispersión de la especie y reconocer el gran valor económico, cultural y ecosistémico del lobo vivo.

Según Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España: «Es inaceptable que el lobo ibérico siga considerándose trofeo de caza en España con la falsa justificación de la reducción de daños cuando está actividad está ya prohibida en toda Europa Ocidental. Pero aún es más vergonzoso e injustificable que se pretendan subastar ‘los últimos trofeos de lobo de España´ en la Sierra de la Culebra sabiendo que la especie está a punto de ser protegida y dejará de ser cinegética de forma inminente», y añade que «reclamamos un cambio de modelo que ponga en valor la enorme riqueza que aportan los lobos vivos a la sociedad, y que apueste por soluciones realmente eficaces que permitan la coexistencia con otros sectores». 

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