La democracia en Alemania enfrenta un debate intenso sobre la amenaza que representa la extrema derecha, especialmente con el ascenso de la Alternativa para Alemania (AfD).

Sin embargo, según analiza Nils Meyer-Ohlendorf[1] en ipg-journal, ampliar la perspectiva hacia otros países europeos que han tenido gobiernos con participación de partidos de extrema derecha puede ofrecer una visión más matizada y menos alarmista sobre los verdaderos riesgos para la democracia alemana.

La percepción de que la democracia en Alemania está en peligro es compartida por muchos, especialmente ante la posibilidad de que la AfD gane las próximas elecciones en el este del país.

Este partido ha sido señalado por el Bundesverfassungsschutz como un caso sospechoso de extremismo de derecha. Además, figuras prominentes como Björn Höcke, conocido por sus posturas extremistas, podrían alcanzar puestos de poder significativos, generando comparaciones con la República de Weimar y sus turbulencias políticas.

Sin embargo, Meyer-Ohlendorf sugiere que mirar a los vecinos europeos puede proporcionar un contexto útil. En varios países europeos, partidos de extrema derecha han formado parte de los gobiernos sin que esto haya llevado a un desmantelamiento fundamental de las estructuras democráticas.

Italia, Suiza, Finlandia, Suecia, los Países Bajos y Austria son ejemplos donde estas formaciones han participado en el gobierno, pero los elementos esenciales de la democracia, como las elecciones libres, la independencia judicial y la libertad de prensa, han permanecido intactos.

A pesar de las similitudes en la retórica y políticas nacionalistas y xenófobas, estas experiencias muestran que la participación en el gobierno a menudo modera a estos partidos, forzados a compromisos en coaliciones y limitados por las constituciones nacionales y la membresía en la Unión Europea.

La AfD, sin embargo, sigue siendo más radical en comparación con sus contrapartes europeas, lo que ha llevado a su exclusión de la fracción Identidad y Democracia en el Parlamento Europeo.

Alternativas en la Unión Europea y su relación con la extrema derecha internacional:

  1. Italia: Los Hermanos de Italia lideran el gobierno sin que ello haya resultado en un retroceso democrático significativo.
  2. Suiza: La Unión Democrática de Centro ocupa dos de los siete escaños del Consejo Federal, manteniendo la estabilidad democrática.
  3. Finlandia: Los Verdaderos Finlandeses, como segundo mayor partido de la coalición, no han causado una erosión de los valores democráticos.
  4. Suecia: Los Demócratas Suecos, aunque apoyan al gobierno minoritario, no han socavado las bases democráticas.
  5. Países Bajos: El Partido por la Libertad de Geert Wilders participó en el gobierno, ahora se perfila como un actor clave en la nueva coalición sin comprometer las instituciones democráticas.
  6. Austria: La participación de la FPÖ en el gobierno hasta 2019 no provocó una captura del estado como en Hungría.

Las experiencias de estos países sugieren que la amenaza real para la democracia depende en gran medida de la fortaleza interna de las propias instituciones democráticas.

En Alemania, una sociedad civil fuerte, la estructura federal y la membresía en la UE son pilares que refuerzan su democracia.

Sin embargo, es crucial que el debate político sea abierto y basado en hechos, evitando comparaciones históricas exageradas que puedan polarizar y debilitar la cohesión democrática.

  1. Nils Meyer-Ohlendorf es jefe del Programa de Gobernanza Internacional y Europea del Instituto Ecológico de Berlín y cofundador de Democracy Reporting International. Su trabajo se centra en la protección del clima, la UE y la democracia en Europa.

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