La decisión de los ministerios de Cultura y Deporte, y el de Ciencia e Innovación, de establecer bases de colaboración de ambos departamentos con el Ayuntamiento de Barcelona y recuperar e intensificar la relación cultural y científica del Gobierno de España con Barcelona, la llamada «cocapitalidad» con Madrid, amplía la necesidad de empresas e instituciones por contar con sedes representativas en ambas ciudades.

Actualmente ya se encuentran múltiples soluciones como centro de negocios en Madrid en el ámbito del Coworking, que ahora habrá que complementar como centros de representación, especialmente si no se quiere disparar los presupuestos destinados a dar cobertura a esta necesidad con sedes o personal permanente, cuando puede resolverse en días determinados.

Además, reconocer que Barcelona junto con Madrid son dos de las principales capitales culturales y científicas españolas, además de dos de las principales capitales europeas en los ámbitos de la Cultura y la Ciencia, va a motivar que otras capitales del mismo nivel en esos ámbitos tengan la necesidad de reforzar su presencia en la capital de España.

«Cuando Madrid y Barcelona van juntas son imparables. Si todos jugamos bien, ganamos la partida en beneficio de Barcelona, Cataluña, España y Europa. Gana toda la ciudadanía», destacaba el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, en el acto que se organizó para la firma del acuerdo, teoría que ahora hay que llevar a la práctica, y que, repetimos, producirá movimientos en positivo desde otras capitales.

Esa necesidad de estar presente en la Capital reforzará la necesidad de recurrir al alquiler domicilio social en Madrid, y una respuesta flexible es lo más adecuado que debe ofrecer el sector, para poder adaptarse a presupuestos muy diferentes, y que al ser al mismo tiempo necesidades emergentes, no deben condicionar el futuro económico o financiero de los promotores.

Para las empresas e instituciones directamente concernidas por este acuerdo del Gobierno, puede ser significativa la reflexión de la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, quien además de recordar «el papel indiscutible de Barcelona como motor cultural y científico de nuestro país», explicó que, a través del protocolo de colaboración, se apoyará a las instituciones dedicadas a la divulgación científica «para revitalizar sus espacios y seguir dinamizando su programación», y concretó una primera partida presupuestaria de veinte millones de euros.

Alternativas

En definitiva, para las empresas e instituciones que precisen de espacios en Madrid es necesaria una oferta de calidad que permita la domiciliación de sociedades o instituciones, que cuente con los servicios permanentes de una oficina virtual, y que al tiempo facilite espacios de reuniones y de trabajo privados por horas, días o meses, de diferentes tamaños y precios en una zonas representativa.

La oferta debe incluir los servicios ya tradicionales del coworking en Madrid, personalizados según las necesidades de los clientes, que cuenten con las últimas tecnologías y apoyo de equipos técnicos y administrativos, que respondan a las necesidades personales de acceso a Internet a través de Wifi, y también de las necesidades profesionales que precisen de fibra óptica.

Al tratarse también de necesidades representativas que superan las tradicionales del coworking, se va a tener en cuenta la ubicación de la oferta en zonas muy concretas de Madrid, con alto nivel de calidad en el entorno urbano, y con una alta exigencia en la formación del personal que atenderá cada uno de los requerimientos que precise la actividad, ya se trate de los servicios más tradicionales de coffee-break, lunch o catering, o de aquellos que requieran conocimientos especiales o el uso de múltiples lenguas o idiomas.

DEJA UNA RESPUESTA

Escribe un comentario
Escribe aquí tu nombre