La Agencia de la ONU para los Refugiados organizó este martes 23 de junio de 2020 una conferencia de donantes para recaudar cuatrocientos millones de dólares y aliviar la brecha de financiación para atender a unos cinco millones de personas en tres países así como dentro del Territorio Palestino Ocupado, que sobreviven en medio del desplazamiento y el conflicto con Israel, y ahora con la pandemia de la COVID-19.

«Todos los días, la Agencia está contribuyendo al desarrollo humano y la estabilidad en un contexto cada vez más volátil y desafiante», dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres, a la reunión virtual desde Nueva York, y advirtió que «la Agencia no solo proporciona un salvavidas para millones de refugiados palestinos, sino que también es fundamental para la estabilidad regional».

Entorno impredecible e inestable

La Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA por sus siglas en inglés) se estableció después del conflicto árabe-israelí en 1948.

Desarrolla operaciones en Gaza y Cisjordania, pero también en El Líbano, Jordania y Siria, financiadas casi en su totalidad por contribuciones de los Estados miembros de la ONU.

El nuevo jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, se hizo cargo de la oficina el 18 de marzo 2020, solo una semana después de que se declarara la pandemia de la COVID-19.

Lazzarini expresó que la crisis de salud se produjo cuando Medio Oriente entra en «un período de incertidumbre renovada», con Israel amenazando con anexar partes de Cisjordania y Líbano en términos económicos y políticos, mientras continúa el conflicto sirio «aparentemente interminable».

«En un entorno impredecible e inestable, necesitamos, más que nunca, un UNRWA predecible y estable», dijo el el jefe de la agencia en la conferencia, coorganizada por Jordania y Suecia.

En los últimos cinco años, UNRWA ha hecho frente a profundos recortes presupuestarios, lo que ha llevado a un ahorro de quinientos millones de dólares. Lazzarini dijo que no queda ningún lugar para recortar sin afectar la calidad de sus servicios.

«Año tras año, mes tras mes, UNRWA está al borde de un colapso financiero. Esto no puede continuar», enfatizó, instando a los países a tomar medidas, incluida la recaudación de sus contribuciones anuales.

Jordania alberga la mayor cantidad de refugiados palestinos, y el ministro de Relaciones Exteriores, Ayman Hsafadi, se comprometió a seguir trabajando junto a sus socios.

«Cualquier reducción en los servicios de UNRWA solo causará más sufrimiento a las personas que han sufrido más de lo que cualquier otra persona debería soportar», afirmó.

Suecia también ha contribuido con unos 55 millones de dólares a la agencia este año, informó el Ministro de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Peter Eriksson, del Partido Verde en Suecia, dijo que hasta que haya una solución a la situación de los refugiados palestinos, «existe una responsabilidad compartida de apoyar a la agencia».

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