Una vez más la movilización sindical y popular en más de doscientas ciudades francesas ha sido masiva este sábado 11 de febrero de 2023 respondiendo al llamamiento unitario de la intersindical, al que han respondido en las calles unas quinientas mil personas en París y más de dos millones en todo el país.

La movilización ha sido más importante que el martes pasado y cualitativamente diferente, ya que hemos podido observar la participación de numerosas familias con niños, lo que es siempre difícil en días laborables.

Ha crecido muy particularmente el número de manifestantes en todas las ciudades de provincias, incluso en pequeñas ciudades poco acostumbradas a este tipo de manifestación social. Las manifestaciones y jornadas de huelga en defensa de las pensiones, se están transformando de hecho en una protesta generalizada contra el ultraliberalismo de Macron.

Mas allá de las pancartas sindicales, podíamos ver este 11 de febrero multitud de pancartas individuales hechas con cartones, en las que los franceses dan libre curso a su imaginación para condenar la política antisocial del gobierno y su modelo de sociedad.

Reivindicaciones múltiples en los servicios públicos, educación, sanidad, y en el sector privado, que conciernen los salarios y las condiciones de trabajo, además de las pensiones, pero también el clima, o la ecología.

Entre otras perlas escogidas: Macron sádico; no queremos ganar nuestra vida queremos vivirla; yo no soy una variable de ajuste; jóvenes y jubilados uníos; Margaret Macron, esta vez vamos a ganar (alusión a Margaret Thatcher); un hombre contra un pueblo; ¿Para cuándo la vida?; trabajar para morir NO; la jubilación a los 60 la ganamos y la conservaremos; trabajar mas para morir mas No; jubilación y clima el mismo combate; Macron, Borne, esto no es una manifestación, es pedagogía; franceses, francesas Macron  os desprecia; Manu suena la retirada!; contra Macron y su mundo, tenemos razón en rebelarnos…

En Paris los sindicatos estiman que ha habido quinientos mil manifestantes. Para poder absorber la marea humana de manifestantes la prefectura se ha visto obligada a abrir dos itinerarios paralelos que han recorrido París de la plaza de la república a la plaza de la Nación, desde la una del mediodía hasta las siete de la tarde.

Mientras Macron se muestra muy ocupado recibiendo al presidente Ucranio con sus pretensiones belicistas, en Francia el presidente se obstina en declarar la guerra social a la mayoría de los franceses opuestos a su contrarreforma del sistema de pensiones. ¿Hasta cuándo?

Las organizaciones sindicales han anunciado ya una nueva jornada de acción para el 16 de febrero, pero si el gobierno hace oídos sordos a la protesta popular en curso, el conjunto de la intersindical observa la posibilidad de paralizar el país el 7 de marzo con una huelga general.

La totalidad de los sindicatos en Francia, trece grandes centrales califican ese proyecto de «injusto y brutal» y afirman hoy en su comunicado: «Si el gobierno y el parlamento ignoran la protesta popular, la intersindical llamará a los trabajadores, a los jóvenes y a los jubilados a radicalizar el movimiento, paralizando la actividad en todos los sectores del país el próximo 7 de marzo. La intersindical escogerá la fecha del 8 de marzo, día internacional de la lucha por los derechos de la mujer, para poner de relieve la injusticia mayor de esta reforma para las mujeres».

Próxima cita pues el 16 de febrero. La lucha continua en el parlamento y en la calle.

Julio Feo Zarandieta
Periodista profesional en Francia desde 1976. He trabajado durante 35 años como periodista (Responsable de edición y critico de cine) en el servicio en castellano de Radio Francia Internacional. Pero también como corresponsal en París de diversos diarios y semanarios españoles y critico en Cine Classics (canal plus). Jubilado desde el 2013, escribo ahora en Periodistas en español y en Aquí Madrid. Miembro del Sindicato Francés de la critica de cine y de Fipresci, he cubierto numerosos festivales de cine internacionales, muy especialmente Cannes y San Sebastián. Militante antifranquista en los años sesenta, resido en Francia desde 1974, fecha en que me acordaron el asilo político. Hoy en día tengo la doble nacionalidad hispano francesa.

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