Un grupo de agencias de la ONU ha comenzado a preparar el traslado de personas y familias del campamento informal mexicano de Matamoros, en el estado de Tamaulipas y cerca de la frontera con Estados Unidos, para su entrada en este último país.

La iniciativa se produce tras la finalización de una normativa dictada por Donald Trump que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar las audiencias de inmigración en México, en un programa conocido como «Protocolos de Protección de Migrantes».

La Agencia de la ONU para los Refugiados ha comenzado el censo de las personas del campamento, como complemento a un censo virtual que se puso en marcha el pasado 19 de febrero.

Según los cálculos de las agencias permanecen en el campamento unas 750 personas, algunas desde hace dos años, y un primer grupo de veinticinco personas cruzó la frontera este 25 de febrero de 2021, previa verificación de sus datos y las correspondientes pruebas contra el coronavirus.

En paralelo, se efectuará un seguimiento a la situación de las personas que se encuentran fuera del campamento y forman parte del programa de “Protocolos de Protección de Migrantes” y que, a su vez, están registradas en el sitio web Conecta, un portal establecido por la Agencia de la ONU para los Refugiados y el Gobierno de los Estados Unidos para contabilizarlas.

Durante los tres primeros días de funcionamiento de la página web se registraron más de ocho mil casos, una cifra equivalente a unas doce mil personas.

Las agencias de la ONU apoyan el proceso

Se calcula que unos veinticinco mil solicitantes de asilo, que estaban tramitando su situación en Estados Unidos, fueron retornados a México en virtud de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP). Tras la finalización de esta política por la administración de Joe Biden, un primer grupo con casos activos de MPP entró en Estados Unidos el 19 de febrero por el paso de entrada de San Ysidro, entre Tijuana (México) y San Diego (Estados Unidos).

Los gobiernos de México y de Estados Unidos consideraron que, en concordancia con el fin del Programa, se debe priorizar a las personas en el campamento de Matamoros.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (Unicef), además del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), trabajan de forma coordinada para materializar esa petición.

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