La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) impulsa en diecinueve distritos de la capital dos nuevos recursos destinados a prestar ayuda a la vecindad más vulnerable y a mejorar la convivencia en barrios desfavorecidos.

Se trata del proyecto de mediación comunitaria «Im(pacto) en el Barrio» y del proyecto de orientación social «Enlazando Barrios».

Partiendo de la experiencia del histórico Servicio de Dinamización Vecinal de la federación, que finalizó en 2022, estas dos nuevas iniciativas se desarrollarán hasta el 31 de diciembre de este 2023, con subvenciones del Ayuntamiento de Madrid.

«Im(pacto) en el Barrio» se identifica con un servicio de mediación y gestión de conflictos vecinales en el ámbito comunitario, en espacios abiertos como plazas, parques y zonas verdes y en algunos establecimientos como centros de mayores, colegios e institutos. Esto excluye los habituales contenciosos entre residentes (por cuestiones como ruido, actitudes incívicas, impagos, etc.) que se producen dentro de las comunidades de vecinos y propietarios.

La FRAVM explica que «estamos acostumbrados a escuchar y ver noticias relacionadas con el bullying y con conflictos en los que los jóvenes son protagonistas, pero este tipo de problemas también se da entre personas ancianas, y de manera muy habitual en lugares como los centros de mayores». Por ello, las mediadoras de la FRAVM intervendrán en primer lugar estos lugares, al igual que lo harán en los centros educativos de primaria y secundaria.

Tendrán como prioridad las labores de prevención, sensibilización y formación de los profesionales y usuarios de estos lugares, con el fin de dotarles de herramientas para que puedan gestionar directamente los conflictos que se generen en su seno. Los mediadores vecinales desarrollarán además intervenciones concretas, tanto en los establecimientos citados como en espacios abiertos, con el fin de facilitar la resolución de conflictos y evitar que estos, como sucede a menudo, se judicialicen.

Los diez mediadores y mediadoras comunitarias del nuevo recurso, que tienen el barrio como territorio de actuación, se encuentran en diez zonas desfavorecidas de la capital que carecen de este tipo de dispositivos públicos y son susceptibles de albergar diferentes conflictos vecinales.

Con el apoyo de una coordinadora, se encuentran desplegados en los locales de asociaciones vecinales de los siguientes barrios y distritos: San Fermín (Usera), Santa Eugenia (Villa de Vallecas), Puerta del Ángel (Latina), Quintana (Ciudad Lineal), El Pozo (Puente de Vallecas), Casco Antiguo de Carabanchel, San Nicolás (Villaverde), Manoteras (Hortaleza), Bellas Vistas (Tetuán) y Embajadores (Centro).

Enlazando Barrios

El otro proyecto que estrena la FRAVM, «Enlazando Barrios», opera en el ámbito distrital. Sus orientadores, dirigidos igualmente por una coordinadora, están presentes en diez distritos: Carabanchel, Ciudad Lineal, Latina, Puente de Vallecas, San Blas-Canillejas, Tetuán, Hortaleza, Vicálvaro, Villa de Vallecas y Villaverde.

Además, pueden actuar en otros siete distritos, que se consideran áreas de influencia: Barajas, Chamartín, Fuencarral-El Pardo, Usera, Moratalaz, Centro y Arganzuela.

Estos profesionales, que están en contacto permanente con agentes y organismos clave de los distritos (Servicios Sociales, Madrid Salud, Oficinas de Información Juvenil, y por supuesto asociaciones vecinales, AMPAs o colectivos juveniles), centran su intervención en tres ejes: la información, la orientación y la formación.

A través de mesas informativas en la calle, puntos informativos en institutos de secundaria y acciones de sensibilización, darán a conocer los recursos públicos (especialmente los municipales) y privados existentes en el distrito, prestando especial atención en los vecinos y vecinas con diversidad funcional y en aquellas que sufren la brecha digital.

En el ámbito de la orientación, los técnicos de la FRAVM actuarán como radares de detección de necesidades, y para solventar o mitigar estos déficit usarán herramientas como atenciones grupales e individuales en los locales de las asociaciones vecinales, sesiones de orientación sobre recursos y asesorías sobre asociacionismo y redes vecinales de cuidados, entre otras.

El tercer eje, el de la formación, persigue capacitar y mejorar la eficacia de las personas que participan en grupos, redes y asociaciones vecinales, así como apoyar la creación de todo tipo de asociaciones, ya sean vecinales, juveniles, culturales o de comerciantes.

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