La historia del hotel ilegal «El Algarrobico» se repite, esta vez en la playa de los Genoveses, en Almería, según denuncia la organización ecologista Greenpeace. La Junta de Andalucía, gobernada por el PP y Ciudadanos (C´s), con el apoyo de VOX, da luz verde a la construcción de otro hotel en pleno parque natural del Cabo de Gata-Níjar.
Se trata de un proyecto completamente inviable a nivel ambiental, según Greenpeace, que contempla la construcción de treinta y tres habitaciones, piscina y setenta plazas de aparcamiento. Una construcción que podrá levantarse, gracias al permiso de la Junta de Andalucía, en una de las zonas más emblemáticas y menos construidas del litoral andaluz.
La historia se repite
Desde Greenpeace aseguran que no van a dejar que la Junta andaluza se salte la ley de nuevo, como ya hicieron con el hotel ilegal de El Algarrobico, situado también en zona protegida de este mismo parque natural. Junto a otros grupos ecologistas, han presentado alegaciones a este nuevo proyecto aprobado por PP, Ciudadanos y Vox.
La construcción de este hotel, a juicio de la organización ecologista, supone abrir la puerta a otros muchos proyectos de este tipo, sentando un precedente muy peligroso de ilegalidades en el Cabo de Gata.
Una joya protegida
Cabo de Gata es el primer Parque marítimo-terrestre de Almería, Andalucía, España. Su origen es volánico y es el espacio de mayor
superficie y relevancia ecológica de todo el Mar Mediterráneo Occidental europeo.
Con una de las franjas costeras de mayor belleza y riqueza ecológica del Mediterráneo occidental y una extensión de 38.000 hectareas, a las que hay que sumar una franja marina de una milla de anchura (12.000 hectáreas), el Parque Natural Cabo de Gata – Níjar se ha convertido en una de las joyas naturales para el turismo de Almería y de toda Andalucía.
Además del atractivo turístico, Cabo de Gata tiene varias figuras de protección ambiental: Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Humedal de Importancia Internacional Las Salinas (RAMSAR), Reserva de la Biosfera UNESCO, Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), Geoparque.
Más ladrillo
Para Greenpeace, la crisis provocada por la pandemia de la COVID-19 ha traído consigo más ladrillo y desregulación urbanística por parte de varias comunidades autónomas, suponiendo una nueva amenaza para las costas españolas.
Aún con el Mar Menor al borde del colapso, o con tramos de la costa andaluza urbanizados al ochenta por ciento, parece que los líderes políticos no aprenden de los errores de la anterior burbuja inmobiliaria, que desembocaron en una grave crisis económica.
En el contexto actual de crisis climática y pérdida de biodiversidad, Greenpeace advierte que no se puede dejar que la urbanización masiva de la costa siga destruyendo ecosistemas de gran valor: ¨Está en nuestras manos salvar las praderas de posidonia, los sistemas dunares y una larga lista de hábitats y especies que se encuentran amenazados en nuestras costas», sentencia la organización ecologista.
Cambio de normativa
La Junta de Andalucía aprobó el pasado mes de abril el Decreto Ley de Mejora y Simplificación de la Regulación para el Fomento de la Actividad Productiva. Bajo esa denominación se modifican 21 leyes, seis decretos y diez normas andaluzas que incluyen la reducción de controles de todo tipo en varias áreas de la economía, entre ellos los controles medioambientales que hasta ahora eran necesarios para urbanizar.
Gracias a estas modificaciones la compañía Torres y González Díaz SL podrá levantar el hotel de cuatro estrellas. Tras estudiar el plan, la Junta ha declarado viable medioambientalmente el proyecto de la empresa que ya gestiona otros establecimientos turísticos en la zona y señala que es compatible con la normativa del parque natural, algo que rechazan las entidades que han presentado las alegaciones contra esta autorización.