La directora ejecutiva de Greenpeace España, Eva Saldaña, considera «totalmente irresponsable que un presidente del Gobierno, que se jacta de combatir la emergencia climática, ante una pregunta sobre la necesidad de reducir el consumo de carne, como avala la ciencia, conteste que un chuletón al punto es imbatible».

Según Naciones Unidas, el 14,5 por ciento de las emisiones de los gases de efecto invernadero a nivel mundial proceden de la ganadería, por lo que sería fundamental que el Gobierno apoyara unánimemente la reducción del consumo de carne, como anunció que haría en su plan España 2050.

Ante las declaraciones del Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en las que también ha menospreciado el mensaje del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la necesidad de reducir el consumo de carne, añadiendo que los políticos no tienen que crear problemas, Greenpeace considera que «reducir el consumo de carne no debe ser visto como un problema, sino, precisamente, como parte de la solución a muchos de los problemas a los que nos enfrentamos, de salud y medioambientales».

Reducir el consumo de carne, y muy en particular poner fin al modelo de ganadería industrial, es una de las piezas fundamentales en el puzzle de la emergencia ecológica y, hasta ahora, la más menospreciada en todas las iniciativas políticas, desde la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, hasta el recién publicado Plan «España Puede», pasando por el Plan Nacional de Energía y Cambio Climático.

«Es inadmisible que en una situación de alarma planetaria por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o la crisis del agua, en España se estén concediendo licencias para nuevas explotaciones ganaderas a un ritmo de 1,5 diarias», ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. 

«En España es fundamental no sólo reducir el consumo de carne, sino frenar de golpe la descontrolada expansión de la ganadería industrial. ¿Reducir el consumo de carne es también un problema para las ministras Teresa Ribera (Transición Ecológica) y Carolina Darias (Sanidad)? Desde Greenpeace nos gustaría que se pronunciaran sobre este tema», ha concluido Ferreirim.

La organización ecologista recuerda que la Comisión Europea abrió en 2018 un procedimiento de infracción contra España por incumplimiento de la Directiva de Nitratos y que, hace exactamente un año, nos envió un dictamen motivado exigiendo la puesta en marcha de medidas para revertir la grave contaminación del agua por nitratos.

En el informe de Revisión de la aplicación de la política medioambiental en España, la Comisión Europea establecía que «Los sectores considerados la mayor carga para el medioambiente por sus emisiones a la atmósfera fueron, entre otros, (…) la cría intensiva de cerdos o aves de corral (…)» y concluía que una de las actuaciones prioritarias para España es «hacer frente a las emisiones contaminantes al agua y el aire y al olor procedente de las instalaciones dedicadas a la cría intensiva de cerdos o aves de corral».

Por otro lado, según los datos del Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR), el sector porcino industrial es el segundo más contaminante, siendo responsable del 31 por ciento de las emisiones estatales de metano, detrás de los vertederos, que acumulan el 58 por ciento de estas emisiones.

Según este mismo registro, la ganadería industrial es la responsable del 94 por ciento de las emisiones de amoníaco (67 por ciento el porcino, 27 por ciento el avícola). Cabe recalcar que el sector vacuno está exento de declarar sus emisiones, por lo que no aparece en registro, ni mencionado, en los informes de la Comisión Europea.

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