La Asociación de Vecinos de la localidad madrileña de Carabanchel Alto informa de que en la Línea 11 de metro, en el actual «ramal» que une la Fortuna con la Plaza Elíptica, están cambiando los trenes actuales de cuatro vagones por otros más antiguos de tres, que además no disponen de rampa para las sillas de ruedas. 

Como la empresa mantiene la misma frecuencia de paso, con cinco trenes en hora punta y cuatro en hora valle, la consecuencia es clara: mayores aglomeraciones que van en contra de la distancia recomendable de seguridad para evitar contagios en el transporte público. 

Por otro lado, la desaparición de las rampas para sillas de ruedas ocasiona un grave perjuicio al colectivo con dificultades de movilidad, como es el caso de los alumnos que acuden a diario al centro educativo María Soriano, en la Avenida de la Peseta.

Los vecinos indican que este cambio supone un nuevo agravio comparativo entre barrios de distinta condición social, ya que los trenes que quitan de la línea 11, que conecta barrios del sur, se los llevan a la línea 10b, la que pasa por la Moraleja y los nuevos núcleos empresariales. 

Y sostienen que «parece que la línea once estuviera gafada; lo que no nos cabe duda es que está abandonada por la Comunidad de Madrid, ya que varios de sus gobiernos dejaron a medias su construcción y desarrollo, como ahora mismo ha vuelto a suceder con la paralización del proyecto de ampliación de la línea hasta Conde de Casal».

La Asociación ha reclamado una reunión urgente con el consejero de Transportes, Ángel Garrido, para tratar estos asuntos.

1 COMENTARIO

  1. Como siempre, se beneficia a clases privilegiadas en detrimento de las modestas. No hay derecho !!. Cuando ocurrirá año revés, quien nos tiene que gobernar ??

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