Ignorados. «Como si esta parte no hubiera interpuesto querella alguna» llegan a decir en su recurso. Así se sienten los familiares de veinticuatro ancianos fallecido en la residencia Vitalia de Leganés durante los primeros meses de la pandemia de COVID 19.

Según afirman en su recurso, del auto de la jueza Boticario se desprende que no se ha practicado ninguna de las diligencias que la querella de los familiares de Vitalia requería en su primera denuncia. Los mismos que hicieron que la sentencia fuera admitida a trámite también contra la primera decisión de la jueza del número 5 de Leganés. 

La resolución de la jueza Mónica Boticario del pasado 13 de julio (2020) en realidad archiva dos querellas distintas. Una fue presentada por familiares de tres residentes en el centro Los Frailes, cuatro de El Encinar-Amavir, uno de DomusVi y tres de Vitalia Home, que se agruparon en la organización Marea de Residencias. Y la otra la formularon familiares de veinticuatro mayores de Vitalia Home.

En total, se trataba de analizar lo ocurrido con 35 personas que vivían en esas cuatro residencias, de los que murieron veintinueve. Otros seis lograron sobrevivir. Ahora se han presentado dos recursos contra el auto que archiva esas querellas sin darse cuenta de que son dos.

A la vista del auto ahora recurrido, los representantes legales de los familiares de los ancianos fallecidos en Vitalia creen que se les ha ignorado porque la jueza no hace la más mínima mención de su querella, pero en cambio si que introduce en su resolución varios casos de ancianos que murieron en la residencia Vitalia, aunque, al parecer, en varias ocasiones confunde nombres, edades y circunstancias de las víctimas.

A pesar de esta utilización errónea, no se ha practicado por parte de la jueza ninguna de las diligencias requeridas precisamente para aclarar las circunstancias de la muerte de esos ancianos. Para la representación legal de las víctimas de Vitalia, resulta contradictorio que se admita su querella, con lo que se supone que podría existir un delito, y después se rechace la querella sin investigar si esos hechos eran o no constitutivos de algún tipo de delito. Otra cuestión que llama la atención es que la jueza no menciona en su auto el famoso protocolo en el que la Comunidad de Madrid daba ordenes sobre aquellos ancianos que debían ser derivados a hospitales o no en función de su estado: a aquellos que presentaran un alto grado de dependencia o deterioro cognitivo debía impedírseles el traslado al hospital.

Los abogados de los familiares de Vitalia solicitan en su recurso que se practiquen las diligencias que solicitaban en su primera querella y recuerdan el complicado recorrido por el que ha pasado su denuncia desde que fue admitida por el juzgado de Instrucción número uno de Leganés para luego ser unida a la presentada por Marea de Residencias en el numero cinco. 

A continuación y entrando en la materia de los hechos juzgados, el escrito de recurso presentado este pasado martes repasa las circunstancia de la muerte  de muchos de los ancianos de la Residencia Vitalia de Leganés especificando en su cada caso las circunstancias que se consideran erróneamente reproducidas en el auto de archivo, haciendo especial incidencia en que la magistrada Mónica Boticario no contempla el hecho de que se trata de dos querellas distintas: las presentadas respectivamente por los familiares de la Residencia Vitalia y la presentada por Marea de Residencias que hacia extensiva su denuncia a cargos políticos de la Comunidad de Madrid.

El recurso contra el archivo de la querella de los familiares de la residencia Vitalia va dirigido tanto al juzgado numero cinco como a la Audiencia Provincial que fue la que en su día obligó a la juez Mónica Boticario a reabrir el caso. Los familiares de la residencia Vitalia esperan que esta vez el asunto se quede en la Audiencia o que sea encargado a otro juzgado distinto para evitar la sensación de falta de atención por parte de la Justicia que han tenido hasta ahora. 

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