Modelo, chica del tiempo en Canal+ y actriz canadiense, Charlotte Le Bon debuta en la dirección de largometrajes con esta ficción estival, un romance adolescente en un lago de Quebec inspirado en el cómic «Una hermana» del francés Bastien Vivés.
La directora ha trasladado la historia desde la Bretaña de sus orígenes al Canadá que conoce tan bien.
Crónica de un despertar iniciático, «Falcon lake» es un relato del verano de Bastien (Joseph Engel, «El hombre fiel», «La cruzada»), un chico de trece años –casi catorce, precisa siempre que le preguntan- llegado de París para pasar las vacaciones familiares en casa de una amiga de su madre, al borde un lago encajado maravillosamente en un bosque canadiense.
Allí se encuentra con Chloé (Sarah Montpetit, «Maria Chapdelaine», «Chien blanc»), con quien comparte habitación junto a su hermano pequeño, quien le habla de la leyenda en torno a un espectro –el fantasma de un niño ahogado- que a veces aparece en la superficie del lago. Entre provocadora y seductura, Chloé empuja a Bastien a aventurarse en el lago, pese al rechazo inicial.
Estamos ante una película sensible y perturbadora que roza el género fantástico «un poco como si sobre el final de la adolescencia tuviera que ver con la muerte». Una historia que enfoca la adolescencia con sensualidad y sensibilidad y que ha sido aplaudida como un muy prometedor debut en la dirección, consiguiendo el Premio Louis-Delluc para una primera película, que concede una agrupación de críticos franceses.
Película de las tantas primeras veces que jalonan la adolescencia, incluidas algunas escenas eróticas de enorme intensidad, con una encantadora mezcla de comedia y fantasía retratando con maestría ese espacio suspendido del tiempo que son unas vacaciones que, además, suceden en una atmósfera ligeramente inquietante.
Para la realizadora Charlotte Le Bon, «melancolía, que es una de mis palabras favoritas, podría resumir ‘Falcon Lake[1]‘ Esa melancolía que experimenté en el momento más álgido de mi adolescencia, y que aún me persigue, es un refugio seguro para mi, que me ayuda a seguir adelante. No debemos luchar contra la melancolía sino convertirla en una aliada. Una amiga para toda la vida contra la tristeza (…) Los paisajes y regiones de los Laurentides, al noroeste de Montreal, me son familiares desde la infancia. Necesitaba esa familiaridad no sólo para tomar cierto control, sino también para desafiar a mi protagonista, que es francés. Me gustaba la idea de enfrentarlo a esta alteridad para exacerbar un sentimiento de aislamiento que es fiel al propio despertar emocional. Una casa de madera bastante aislada, un lago, bosques.
En este escenario «básico» evoluciona un pequenño grupo de veraneantes, entre ellos los adolescentes Chloé y Bastien: «Quiero mostrar que esta naturaleza y toda su belleza pueden ser inquietantes al mismo tiempo. Las aguas de los lagos son maravillosas, pero son aguas oscuras, a veces tibias. Nunca sabemos lo que hay en el fondo, en el fondo más profundo. Y esta sensación puede llegar a ser increíblemente turbadora. Este es el hilo conductor de Falcon Lake: no sabemos lo que ocurre en el fondo, pero tenemos la sensación de haberlo vivido ya.(…)»
«Desde mi punto de vista, Chloé necesitaba impresionar a Bastien no sólo con su belleza e insolencia, sino también con su extrañeza y oscuridad. Bastien, por su parte, es un chico de catorce años que navega por una zona crepuscular en la que el niño sigue ahí mientras se va formando la silueta del adulto. Es en este campo de juego de los intermedios donde Chloé y Bastien se conocerán, se comprenderán y se amarán (…)»
- «Falcon Lake» se estrena en los cines de Madrid el viernes 22 de septiembre de 2023.