La Comisión Europea defendió en el pleno de la Eurocámara, celebrado el jueves 18, su propuesta legislativa para prevenir la liberación de las granzas en el Medio Ambiente del territorio comunitario, explicando que trabaja con la Organización Marítima Internacional (OMI) para tomar medidas globales y evitar también esos desastres en el transporte marítimo.

El pleno del Parlamento europeo debatió sobre el vertido del buque Toconao el pasado 8 de diciembre de 2023, cuando este portacontenedores, con bandera de Liberia y armador alemán, perdió más de veintiséis mil kilos de pellets frente a las costa portuguesa en Viana do Castelo, una marea de plástico que ha ido llegando a las costas españolas, en especial de Galicia.

El desastre ha coincidido con la tramitación en la Unión Europea de una propuesta legislativa para limitar ese tipo de contaminación, que son «accidentes ocasionales con repentino y significativo impacto en las regiones afectadas», según el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.

La propuesta pretende que los operadores de esos plásticos que se utilizan como aditivos para otros productos estén obligados a tomar medidas para evitar los vertidos, conseguir que no lleguen al medioambiente si se producen y, por último, limpiarlos.

«Dada la naturaleza internacional del transporte marítimo, este sector no se incluyó en la propuesta. La Comisión trabaja intensamente con la OMI para dar respuesta a ese tema tan complejo», explicó Sinkevicius.

También apuntó que en la OMI se buscan compromisos globales para poder exigir un «buen empaquetado», garantizar que los contenedores tengan información para identificar las sustancias transportadas y que se coloquen «en la cubierta inferior o en las zonas menos expuestas» del barco.

La contaminación marítima es bien conocida entre los eurodiputados y, de hecho, 61 de ellos firmaron previamente una carta en la que, entre otras medidas, piden una legislación comunitaria con “normas más estrictas” que establezca más medidas de control y prevención en el transporte marítimo de los pellets de plástico y evitar qu en un futuro las costas gallegas sufran otro vertido así como la designación del corredor de Finisterre como “zona altamente sensible”.

Más de 60 europarlamentarios de cinco grupos (socialistas, verdes, liberales e izquierda) y diecisiete estados miembro rubricaron este manifiesto dirigido al citado comisario europeo, además de a los presidentes del Parlamento y Consejo Europeo. Entre los firmantes, el ponente del reglamento sobre microplásticos, el socialista portugués João Albuquerque.

Antes del debate plenario Sinkevicius se reunió con eurodiputados españoles, entre ellos, la representante del PP, Dolors Montserrat, el socialista gallego Nicolás González Casares y la nacionalista del BNG, Ana Miranda, quienes mantuvieron después un agrio enfrentamiento dialéctico en el hemiciclo.

La ecologista alemana Ska Keller, recordó que las granzas que caen al mar son «la punta de un iceberg enorme» pues ni siquiera suponen «el uno por ciento de los pellets de plástico que se pierden».

En su intervención final, el comisario europeo de Medio Ambiente consideró que el debate refleja «la importancia de luchar contra la contaminación por pellets plásticos».

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